12
JOAQUIN V. GONZALEZ
ciedad
ni
para el arte. El pucara o forlificacwn
i11-
casica, ha sido derribado para siempre,
y
ni
las
de–
fensas trogloditas, vivamente pintadas
en·
el capltu–
lo
II,
llegan a interesarnos, sino acaso el radar
de
los peiiascos por las faldas,
.'.\'
eso por las maravilla.1
de/ Eco, divinidad griega. Sucede que para nosotro.r
hay falta de interes esencial en el elemento
indi–
gena. Sus creencias, costurnbres
y
tradiciones, ...on
de tal modo diversas de las nuestras, tan ex6ticas
nos parecen
y,
lo dire claro, tan barbaras, que no
existe quien soporte de buen grado
un
trozo de elo–
cuencia araucana, asf lo par/en Cau;olican o
l.au–taro.
Mejor estamos con los mestizos, porque
al
fin
algo niiestro deben de tener,
y
sin d11da por eso
me
ha interesado
SU
indio
PANTA,
musico de las proce–
siones
'.\I
bailes, heroe pofmlar, decidor
y
bullangue–
ro.
EL
SOLO
VALrA LA
FELICIDAD DE SU PUEBLO,
dice
usted,
y
esta frase lo pinta de lns pies a la caheza.
Di6 en ofrenda a la Virgen de la aldea la caja o
tambor de sus triunfos, hecho por sus nianos: y
en defensa de los su:vos, vol6 a la lid
y
miiri6 por
la patria.
. .
Mestizos
C011t0
el nos de la tierra mu–
chos
y
seremos argentinos de ·veras.
Obedeciendo quizas a mia fuerza extrana a mi na–
turaleza o a desp6tica su.gesti6n, he ensalzado al_qu–
na ·vez al progreso, a esa evoliici6n
ma.~
o menos
1·apida qite va concluyendo con el pasado
.'.\'
arras–
trandonos a un porvenir que sera grande
y
pr6spe–
ro, asf lo deseo, pero nu.,z,ca tan in.teresante coma
aquel, ni tan rico para el arte, ni tan caractet·istico
y
genttino para
la
personalidad nacional. Desgracia–
damente la electricidad
y
el vapor, aunque c6modos
y
utiles, llevan en s£ ttn cosmopolitismo irresistible,