u '
JOAQUIN V.
GONZAL.EZ•os
apasiomno
y
vat-io, o tal vez
(y
aqtd puede
n–
tar la verdad) porque usted ama
a su
patria con
intensidad mayor que el (11'an poeta frani:es amo
a
la suya.
Esa
pasion
por la tierra argentina
e.s
la notG pre'–
dominanie en las olwas de usted,
y
pof" esta sola
condici6n, sin contar excelencias literarias, las
pon–
drfo yo sobre el coraz6n como cosa digna de seJ'
amada
y
aplaudida por todos.
He nomlwado de paso al autor de
MIREYA,
con–
jimtam.ente con Lamartine, debido a 7ue en
LA TRA–
DI<;:I6N NACIONAL,
como en
Mrs
MONTANAS,
el
t'e–
citerdo del poeta provenzal, segHramente sin que
v1sted lo
sospech~,
me
ha O('urrido con frecuencia..
En
LA
TRADICION,
el diablo,
la
SALAMANCA,
las
bf"U–
jas
:v
demas supersticiones criollaJ·, tal como
ustetl
las evoca y pinta; y
en
Mrs
MONTANAS,
la cosecha
de
la
algarroba, lo.s Bailes y tifros populares, las ce–
remonias religiosas, los reciterdos de la epopeya, to–
i o
mezclado, nuevo, palpitante, me trae como
t'e–
miniscencias de hermoso poema de Mistral.
No es q·ue haya imitaci6n,
ni
siquiera semejamra
>wtable; es que, sim plemente, la natwraleza es
hija
del mismo sol en la redondez de
la
tierra,
y
los ar–
f'istas sinceros
y
de talento se dan la mano,
aun sin
sospecharlo,
a
traves de to.dos los tiempos
y
distcm–
cias.
Basta ccm
l.o
que ,d.ejo exp-resado para significar
la
esti..r.a en que tengo las obras de usted, especial–
-mente
la
qi~e
t:s objeto de esta carta;
y
en cuanto
a sus cualidooes de escritor y a la importancia de
su labor li.tercwia,
.s-i
LA TRADICION
NACIONAL
fue
~quip-arada
por
el general Mitre
al
FACUNDO
de Sar–
mient-o,
t.Y.lt>
que usted> P<>r
M.z.s
MtaiH"fAN.A.S,
deb~