an la im g
ue t
i
"n le die e, u n l
7 -
q
u
le
li
de
e
ra
1
l ·
y
i
pu
a la. ntrarja pait en tr n aj para
p
n
r~
l 1 d
ara. »
(PI .
r:'
-6 ).
ar
qne
copia de e t párr
fi
1
que
ribe Homán
y
Za-
mora (I, p. 7):
«Tenían lo templo-=
a
1
une parte como oratori , al lacl oriental ,
a londe le
1
ol, con una illuralla rancl , y
el
na alía. un t rrado de
anchura le · i pie , y en la
pe
red s ha ·ía un bue o
caj a lon e
t ba la imagen del Sol, de la manera qu nosot r la pintam ,
fi
'Ura–
da la cara con rayo tarobién de oro; e ta ponían cuando el ..: ol alía en
quel altar, de manera que mira e al uaeimiento, porque de de que alí
el sol ha ta que venía mediodía e miraban el sol verdadero y el fingi–
do,
y
de pué volvíanlo a poner en otro altar o encaje de u rte que el
r . to q
ie
quedaba del ol se vie en como a
la
mañana. »
Otros cronistas, al fin, tran miten las informacione-=
iguiente~:
«En toda la delantera de la cerca donde tenían la puerta que no era
má de una en un patio pequeño, e taba una... a manera de escaño con
el encaje de oro que he dicho que la cubría, que llevaron a Oaxamalca;
aquí a entaban el Sol cuando no salía
a.
la plaza de rlía ; de noche le
metían en un aposento pequeño ·que tenían muy labrado, y ansi mi.
mo
por lo alto chapeado de oro al rededor. Aquí vivían muchas mujere
que decía.u ellas eran mujeres del Sol, y fingían guardar virginidad
y ser ca tas, y mentían porque tambien e envolvían con los criados
y guardadores del Sol, que eran mucho .
»
«En este buhío donde dijo estaba el Sol , dormían cotidiano má de
doscientas mujeres hija · de jndios principales; dormían en el suelo,
y
al bulto del·Sol tenían puesto un escaño alto muy rico de mucha plu–
mería de tornasol, y fingían ellas dormir allí y que el Sol se ayuntaba
con ella .
»
(Pizarro, pp. 266 y
267).
En un patio pequeño «asentaban la estatua del sol
<l 6'
día, cuando no
la sacaban a la plaza
1
,
y de noche la metían en. u capilla. donde dormían
en si compañía muchas
ma/1naconas;
bijas de señores, que decían ser mu–
jeres del Sol y fingían que el Sol se ayuntaba con ella
».
(Oobo, IV, p. 9).
«En la dicha ca a babia una camarica donde estaba nna cama en la
cual cada noche a I ne ta del sol ponían con gran ee1emonia las princi–
pales mujere que allí estaban, u_na figura del ol hecha de oro, y a lama–
ñana al salir el sol tornaban a poner en un correrlor que e.; taba hacia
donde el ol salia, adonde e ·J..aba ha ta que, como dicho e , a puesta del
ol le ponían en la cama
2
•
»
1
A la I
laza principal
el la
iudad , on mo
i
o
<le la o-rau :fie ta
raynii .
-
Nota
de R.
L.-~.
2
GA CA,
Desc1"ipc·ión del
Penl.
E
· t ra cto
publicado por J. Jijón
y
Caamaño, en