FETIXAl'\DO CHAYES
s u ~
enw:: iones, sus deseos se adentran
y
tal si fermentaran,
se recogen
y
a umentan hasta que estallan en un hervor gi–
g<~ nte
de odi o o ele amor. lo
dos po los entre los cuales
ellos no reconocen posici ón
:ntermeclia.
r\man u odian
con total vehemencia .
t\ g racleci m iento. simpatía desamor:
sentimientps medi os, ell os ni los sospechan.
Para qué?
El amot·
y
el odio expresan
u corta gama emotiva.
A
quien no quieren ni od ian le ven con indiferencia ele esta-
1nas.
Si una p ersona no logró hacerse querer de los in–
di os ni e hizo tampoco temer. que es lo mi smo que odiar
para su psicología
incompleta.
pasarán por delante de
aquella como si no se dieran. cuenta de que existe ; afec–
tan-y lo hacen tan naturalmente-no percibir la presen–
cia de e,;e ser, que en algunos momentos se admite su eso–
térica superioridad por ese desdén manifiesto, por aquella
suprema
frialdad que desti lan en sus relaciones con
un
desconoc ido o con tmo que no despierta sus afecciones ale–
targ adas.
El d iálogo inconexo se reanuda.
G rego rio inicia :
-l\ la iiana he ele tr a la hacienda a llamar a la Manue–
la.
Con ella he de Yolver
anque
niño no quiera.
- Niño
ca no ha
di
soltar- se atrevió a decir la Te–
resa .
-
_,\caso ella es concierta- mumurmura
sordamente
Ramón.
-Pero patrón ca, patrón es .... Cuando niño manda
ca
siempre hay que obedecer .. _. Cuando no
hacen
caso
nitio Raúl ca bien bravo es .... -musita Juan, dejando
visibles su rencor
y
su miedo cen-a!.-
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