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Comprendió lo absurdo de su situación. se rió de elh:
pero· a pesar de su empeño no consiguió cambiarla.
Por el desierto de su vida sentimental que jamás
culminara hasta allí-Raúl contaba Yeinticlós aiios-en un
grande. en un desbordante amor: cle -iet·to en el que sur–
gieron monótonos oasis de placer. refugios de la carne in–
satisfecha,
y
nunca nidos ele sentimiento, Yagaba aérea. inal–
canzable la sombra ele Manuela. Si. era su talle mórbido
y
cimbreante. eran sus flancos redondos
y
el.ásticos. sn se–
no abombado
y
pal¡Ditante. su sotwisa enigmática de feti–
che. su mirada incierta que resbalaba sobre las cosas sin
adherirse nunca. los l¡ue él Yeía en sus febriles suei'íos.
La longa .... aunque a veces juzgó que esa silueta
tenía el rostro ele una chiquilla que. allá. en la ciudad rui–
dosa
y
lejana. en la vida loca de la capital. apresó fugaz–
mente su pensar inquieto en la ¡·ed de un flirt.
Otras ,-eces. no alcanzó a precisarlo con claridad. ese
adorado fantasma lucía una faz ápacihle que él mit·ó en
su ,·ida ele antes. en su vida de estudio } lectura. en un cua–
dro querido o en el poder maraYilloso de las líneas des–
criptiYas de sn escritor dilecto.
~o
lo sabía.
l
ero siempre en esa figura obsesionan–
te. había algo de ella. de la hembra primitiYa que alenta–
ba a su lado. allí cerca de
él.
al alcance de sns manos afie–
bradas
y
ólo proteg-:cla por su candor de animalito hu–
rañn.
El. Haú1 de Covadonga, el tipo que estuvo ele moda lar–
go tiempo en la ciudad frívola
y
galante. enamorado co–
mo un patán de la hij·a del concierto Gregorio.
y
suspiran–
do por(¡tte ella no percibía sus piropos ni entregaba la for-
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