FERXA)."TIO CHAVES
menteras y el viento cálido, reseco que pasa haciendo os–
cilar las serpientes espinosas de los tallos de las tunas
y
la espadas ciclópeas de los cabuyales glaucos en los va-
1Je profundos, inmergidos en el bajío ....
Todo, todo le apresaba. La Manuela se di:s0lvía en
la naturaleza toda y en el mínimo detalle se encarnaba po–
tente
y
dominadora, proteica
y
vengativa. Una Calipso,
una Armida aborigen y él, un Reinaldos, un Ulises que
no podía desprenderse.
El encanto, c;:l sortilegio no tenía fin.
Como irresponsable, la india no se daba cuenta ele na–
da. Su actitud hosca siguió la misma.