•
-41-
fórmulas, no obstante una indicación de la Reina Juana, que fué de–
satendida.
En 1550, escribía al Provincial de la Orden de San Francisc'O
de las Provincias del Perú: (64) "porque por esta vía con más faci-
. lidad podrán entender y ser doctrinados en las
co~as
rde la religión
Xpiana e como los religiosos de vuestra orden que en esa tierra re–
siden tratan más ordinariamente con esas gentes y conversan más
con ellas como personas que entienden en su instrucción y conver–
sión parece que ellos podrían más buenamente entender en enseñar
a fos dichos indios la dicha lengua c·astellana que otras personas y
que lo tomarían dellos ·con más voluntad y se ISUJbjeta;rían a
1a
apren–
der eon mayor am'Or ·por el afieión que les tienen a eausa de las bue–
nas Oibras que dellos reseiven".
Cuerdas, sin duda, en otro momento, las consideraciones de Jua–
na la Loca, eran en esta oportunidad harto insensatas. Los inrdieei–
llos, puros o mestizos, no tendrían más tarde dificultad en ser ·doc–
trinados en casteMano, pero enseñar esa lengua
ia
os adultos, a los '.lein–
te
años de iniciada la on uista, era punto menos que imposible. Así
lo demuestran las medí. as solicitadas o tornadas
~or
udienciias y
Vdr.reyes en el siglo XVI. T-oda:s ellas recomendaban la difusión del
quechua.
En 1566, aLpedir el Gobernador del Perú, Licenciado Lope Gar–
cía de Castro, que se hiciese una Universidad en .Lima, y refiriéndose
a los frailes y clérigos
(65)
protestaba de que "no hay quien los pue–
da hacer yr a las montañas y punas a doctrinar a los yndios que allí
viven porque andan buscando los repartimientos donde pueden ser
regalados". Agregaba que los hijos de españoles nacidos en la tierra
irían a la Universidad a estudiar, sabiendo ya la lengua, y no
tendrían reparos en regresar a sus pueb'los para d'Octri.nar a los in–
dios,
1o
cual harían utilmente: En ·cambio, añadía : "los que de
allá vienen nunca acavan de aprender la lengua de los naturales y no
la ,saviendo ya ve vuestra Majestad el .provecho que puedan hazer".
Así, para la mejor enseñanza de la doctrina desde Quito hasta Tu–
cumán, se esforzaJba el Licenciado Castro por "que en los monasterios
(64) Carta de Ja Reina Juana,
7
de junio
1550. ,
(65) "Papeles de Gobernantes de l P erú", B.
('Colección de. documentos manuscritos de don
~·
A. Carta de
l'!
de Octubre Tomo III, pá·
B, T. Lee, Lima),
grna
195.
·