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PALEOLINGÜÍSTICA

89'

mente como la paleontología

"quand,

a r

aide d'ossements fossiles, elle

parvient non seulement

a

reconstruire un animal, mais

a

nous mettre

au fait de ses habitudes, de sa maniere de se mouvoir, de se

nourrir,

etc." (

15) .

A la distancia de cuarent a años desde el libro de Pictet, de veinte

desde

el

de Kremer y diez y seis después de ·la historia de Hommel,

la

paleolingüística había visto terminarse su reinado.

Sobre su sepulcro fué escrito, a guisa de lápida, que

la paleolin–

güística no tiene fundamento alguno, que no merecen fe

las rep resenta–

ciones de la vida del

U

rvolk

deducidas por su intermedio, y que es pru–

dente, en dichas reconstrucciones,

"limitarse a los resultados de la ar–

queología prehistórica"

(

16) .

Este epígrafe famoso ' pertenece a Kretschmer y Kossinna, quienes

fueron, también, filólogos, y

el

hecho quedó como ejemplo -

vestigia

terrent

-

de que con la filología se derriba

lo

que la filología ha edi–

ficado.

U na vez iluminadas, eomo en una vista panorámica, las condicio–

nes generales de ambiente y escuela en que Hommel fué madurando su ,

método de in¡vest"gación, Ricci nos habría seguramente conducido de

la mano ante las cuat ro columnas en que funda Hommel su edificio,

para comprobar, oon el ma tillo y el esearpelq, si son graníticas o de

mampostería. Y a se ha visto que Homme no ha sid o, muy naturalmente,

más que un hijo de su tiempo, ni mejor, ni peor que los demás sabios ,

paleolíngüistas .

~uesto

q e no solame,nte se han rech azado las con–

clusiones de _Pictet y Kremer, smó tam ién los datos de Hase han sido

puestos en tela de juicio, se imponía, después de rechazada como dudosa

la

utilizacióri que de sus "datos" hace Hommel, someter la solidez de

los mismos al más riguroso examen.

La pregunta se presenta espontánea: ¿es exacto decir que el pueblo

súmero no conoció el león, el caballo, la ·vid y la palmera, por el solo

hecho· que- para indicarlos se sirvió de las palabras compuestas señaladas

por el texto de Hommel?

En

cuanto al león, no se le h abría escapado a tan diligente crítico

que el mismo Hommel nos da una prueba elocuente de lo poco· que

sirven los juegos de la paleolingüística p ara determin ar

el

habitat

de una

( 15) PICTET, AD. -

Les origines, etc.;

tomo

I, pág. 13

y

segg. (Il" ed.) •

( 16) KRETSCHMER. -

Einleitung in die Geschichte der griechischen

Sprache~

Goctingen, 1896.

KOSSINNA. -

En

":Zeitschrift des Vereins

für

Volkskunde"

VI,

p.

l.

fide

D e:

Michelis.