LA VID
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nadas condiciones, presentar la paradoja de tener en su propia casa un
objeto, y haber aceptado un nombre forastero para indicarlo.
En cuanto al desconocimiento de la vid, por parte de los Súmeros,
-este es un punto en que nadie puede estar desconforme. Pero no ya eh
fuerza de
la
argumentación de Hommel-Ricci, pues el nombre
gash-tin,
o "licor de vida" no excluye por sí mismo que conocieran el vino. Pién–
sese que es equivalente de expresiones como
eau de vie, acquavite,
que
los pueblos destiladores por excelencia han ido empleando hasta hoy. En
cambio, sin discutir la leyenda griega ni el viaje de Dionisos desde
d
Asia, es un hecho pacíficamente reconocido que
la
vid fué cultivada ori–
ginariamente en
la
cuenca mediterránea. La toponomástica confirma el
resultado de
la
arqueología (21).
Enottia
e
Italia
son dos ejemplos
clásicos de los toponomásicos de
la
viña (22). Por otra parte Schrader
Arios estuvo situada muy cerca de la "cuna" de los Semitas, y por ende, que los
.Arios proceden del Asia. Debían ofrecer la prueba de tal "vecindad" algunos voca–
blos indoeuropeos, los cuales, como los nombres del "león", proceden, según Hommel,
de vocablos fenicios.
Sin embargo, después del desmentido de
Scb~ader,
podemos opinar que las formas
del nombre semítico "león" no pueden haber influJdo en los nomb<es indoeuropeos:
Probablemente es
/,Éro , AiÉt
v, la voz
m~s
antigua, y aunque no indoeuropea, si
bien anaria y mediterránea, pasó después a los demás idiomas, ' procediendo de la pe–
aínsula balcánica.
(21) En 1858 un ingeniero hidráulico, Elía Loml:lardini, d.urante unas exca–
vaciones practicadas en la llanura de Módena (la etrusca Mútina) · encontró a 1
O
metros de profundid'}'!,...nna !anta de vid sosteníaa por un olmo. Gabriel Rosa, al
citar el hallazgo, refiere, como término de comparación, que el mismo Lombardini
encontró, durante las excavaciones, un pavimento romano a
5
m. bajo el nivel actual.
Esto, según Rosa, significa que la cultura de la vid asociada al olmo remonta en la
llannr~
del Pó, por lo menos a una antigüedad doble de los dos milenarios que nos
separan de la edad romana.
SCHRADER, O. -
Reallexikon der indog. etc.;
ver pág. 508.
ROSA, GABRIEL. -
Le origini della civiltá in Europa.
18 6
l.
Ver pág. 13 6
se la edición popular, Milano, 1916 •
(22) Muchos son los nombres de lugares o naciones que toman su origen de
la
vid. Entre los clásicos he citado dos, cuya etimología es famosa. En cuanto a
Enotria, ya nadie sostendría su derivación de un epónimo Enotrio, y todos están de
acuerdo en la transcripción
Otvo'tQ(a.
-(región del vino) •
Más discutido es el nombre Italia, que algunos ponen en relación con
vitulus,
novillo, especialmente a consecuencia de
la
inscripción osca
V\~
1.f'.
\V
(léase:
Vitelíu), que comprueba la antigüedad de una forma Vitalía. Sin embargo, siguiendo a
Toscanelli, reputo más probable la derivación de
vit (eit, Hit), vitis
y la conocida raíz
«l, alu (alere, nutrir),
"región que produce la vid". TOSCANEl:.LI, Nello.
Le origini
ltaliche,
Milano, 1914, pág. 218-219.
No todos los toponímicos de la viña son - por decirlo así - de carácter positivo.
Véase el nombre Sanvígnes, de una comuna del Cantón de Toulon-sur-Arronx (Fran–
cia), que un manuscrito medioeval llama, más claramente
Sine vinea.