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AMÉRICA Y BABILONIA
También los nombres de animales, industrias
y
plantas, fueron
empleados en esa época para
el
doble fin de reconstruir Ja cultura ma–
terial de pueblos desaparecidos, y determinar la topografía de su
urhei–
mat.
El ejemplo de Hommel, con relación a los Súmeros, no es único,
ni el más famoso. Además de la indo-europa, entonces tan en boga.
también la familia semítica vió sometido el problema de sus orígenes
a este
exper:imentum crucis.
Vemos, por ejemplo, a Kremer sostener en 18 7
5
que los Semitas
no pudieron ser originarios de Arabia ( 13) . La razón sería, que entre
los
kultur:wor:ter:
de las lenguas semíticas no existen los vocablos "pal–
mera" y "avestruz", mientras existe, en cambio, el nombre "camello".
Esto indicaría que ellos proceden de un país que no tuvo
el
avestruz
y
la palmera, que son propios de Arabia, y poseyó, en cambio,
el
camello,
desde los tiempos más antiguos. Este país, asegura Kremer, es la pen–
diente occidental del Pamir,
quod er:at demonstr:andum,
es decir: "como
el
·autor ·habíase empeñado en demostrar".
Desgraciadamente la doctrina proto-semita de Kremer no ha sido
más afortunada ( 14) ni más resistente que
la
proto-aria de Pictet. La
imposibilidad de reconstruir la cultura de un pueblo
(ur:volk)
que pre–
cediera una o más culturas clásicas, mediante el examen de los idio–
mas de estas culturas {los cuales son también organismos variables en
el- tiempo y en la extensión, y nos llegan generalmente mútilos y alte–
rados) empezó bien pronto a perturba; la mente de los glotólogos. Al
asomarse una nueva generación de estudiosos, nadie aceptó ya con la
misma fé de antaño la definición de Pictet, quien, verdadero émulo de
Cuvier, afirmara que la paleolingüística reconstruye el pasado exacta-
=
"oasis"
y
no "desierto"; inatendibilidad de las sinonimias de
westen
angl. saj.
y
wast
escand.) •
Hehn basta niega que los Protoarios conocieran
·e1
mar.
Scbrader, que lo admite, piensa que la dirección i:nás probable en que los pueblos
germánicos colocaron el mar, es la de mediodía. Cfr.
sunda12
que vale "mediodía, sur"
y
sund
=
''mar''.
HEHN, VfCTOR. -
Das Salz; Bine kulturhistoticbe Studie;
Berlín, 1873, pá–
gina 16.
SCHRADER, ÜTTO. -
Reallexikon der indogecmanische12 Alterthumskunde,
Stras–
sburg, 1901, ver pág. 371.
( 13)
KREMER.
-
Semitische Kultucentlehnungep aus dem Pfla12zen-
and
Tieueiche;
1875.
fide
De Micbelis.
( 14)
DE MORGAN,
J. -
Les origines des Sémites et celles des Indo-Eucopéen•;
en
"Revue de Synthese historique",
tome XXXIV, (1921).
La cuestión de la "cuna de los semitas" está resumida en mi artículo sobre
"La
difícil cuestión de la patria semita",
publicado en
La Prensa
del domingo
1.
0
de Fe–
brero de 1925.