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AMÉRICA Y BABILONIA

Los lectores pueden observar,

y

es justicia ponerlo de relieve, que

en toda esta argumentación, la más esencial para la doctrina de Ríccí,

este autor no ha hecho más que fundarse en los dos pasajes de Hommel,

que contienen el primero una deducción y el segundo una sugestión. El

trabajo del profesor Rícci ha consistido en aplicar al problema algunas

cogniciones personales de geografía biológica, como ser, la ausencia del

caballo, del león y de la vid en el continente americano.

Por tanto, la responsabilidad de las bases en que se funda la ar–

gumentación filológica -

para dar a Federico lo que es de Federico -

pertenece enteramente a Hommel.

Y aquí justamente yo me esperaba que el ilustre autor de

La do–

cumentación de los orígenes del Cristianismo

explotara toda la fuerza

crítica de su elevado ingenio. No basta, en efecto, deplorar la "asom–

brosa limitación mental del sabio orientalista que proporciona el da–

to" (9). ·Llegado a ese punto, necesitaba indagar sí las inducciones de

Hommel ·son atendibles, si los resortes metódicos empleados por aquel

autor para llegar a ellas son de buen metal, y sí, por fin, el sistema de

las reconstrucciones topográficas sobre bases lingüísticas ha servido para

algo bueno, durante el medio siglo qm; ha estada en boga, o en cambio

solamente para hundirnos en el piélago de las sandeces revestidas de fór–

mulas científicas.

¡Qué decepcíó

ha sido para mí, ligado al profesor Ricci por la

admiración y la amís!Ml, gue éste no haya empleado en tal sentido sus

envidiables cqndic1ones de língüísta! El maestro que ha llevado en nues–

tras aulas por primera vez a tanta altura la crítica documental, podía

miers". "On

y

trouve, en effet, toute l'echelle de cette fami/le, depuis les plus grands

géants, jusqu'aux plus petits nains"

(I

tomo, p.

VII).

No es este el lugar de reunir la bibliografía de las palmeras americanas, ni de citar

los trabajos argentinos, como el reciente de

HAUMANN.

Quiero tan solamente prevenir una objeción. No se crea que Brasil es la región

sndamericana más rica en palmeras.

"Tota autem ditis subandina ad Andium pedes orienta/e$ apposita et valles cursas

superioris fluminum multorum Brasiliensium amplectens, scil. Bolivia et Peruvia et

Columbia orientalis, genera et species Palmarum multo uberius produxisse videtur quam

ipsius imperii Brasilensis regiones occidentales.

La ra'.ZÓn es que no solamente viven

allí las especies brasileñas, sino también más numerosos ejemplares

y

también especies

endémicas afines,

y

otras, por fin, del todo distintas

"et genera propria genuerunt, quae

orientem versus non procul ab Andibus se extendunt neque igitur Brasiliam attingunt."

(pág.

5

66, col. 2).

DRUDE,

Osear. -

Palmae;

in MARTII:

Flora Brasiliensis,

vol.

III,

pars

11,

pa¡¡.

253 - 583.

Monachii,

1878-1882.

(9)

RICCI,

C. -

La civil. preinc.;

pág.

54.