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AMÉRICA Y BABILONIA
Se ha levantado un puente gigantesco sobre aquella laguna que
antes existía en
la
historia ergológica de! pueblo Súmero . Ya no quedan
pausas, o
hiatus.
Los documentos cuneiformes llegan hasta el tercer mi–
lenario a. d.
J.
C.,
y
ponen allí el límite de la historia (22). Antes
de esa fecha, las tradiciones esbozan, envuelto en fábulas, un lapso
proto-bistórico de casi otro milenario . Antes del IV milenario, la obs–
curidad de
la
prehistoria, que antes se llenaba con disquisiciones pura- ,
mente conjeturales, se encuentra integrada mediante una serie de docu–
mentaciones ininterrumpidas, las que partiendo de la vida salvaje de las
hordas, llegan hasta el primer período de los metales (eneolítico)
y
de
la
formación del chamanismo politeísta (idolitos)
He aquí como, desde veinte años, la ciencia ha desentrañado el
" problema sumerológico".
mosos "caminos de hierbas", según la vieja frase de Desmoulin.
En cuanto a la cultura transcaspiana que conocemos por las excavaciones de
Anau
y
Merv, parece que las exploraciones sucesivas amplían el área de su influencia
directa (oasis de Kotán, desierto de Taklamakán, Asia Menor, China) . En todos
estos lugares se ha determinado una cantidad de dependencias, más o menos directas,
en la cultura material, lo que debería referirse, según Contenau, a la penetración de
otras ramas me ores centr'(ugaaas del mismo foco transcaspiano, sin <I,Ue sea necesario
invocar
el
camino de eta a e etapa, de la rama que vino a establecerse en Elam
y
Caldea. Necesario es recorClar aquí una tentativa de comparar con la cultura súmera
el
inicio de la civilización china: TERR/EN DE
L.ll:COUPERIE. -
Western origin
of
the
early Chinese cijization,
bon on, 18 4 (fide H'l_ndcock, De MiGhe1is
y
Sergi).
F!G . 17
B3jorcelievc caldeo del Louvrc conocido por
,"ti
hombre de
las plum01s" . El cocado,
fa
vincha, las grandes plomas
erccns
arriba de
b.
cabeza, los palos-cetros,
l;i
nariz: son todos elementos
que lo indicarían como el
retrato
del primer amecicano llegado
:ti
Eufonu,
según
las ideas del
Prof . Ricci . En realidad,
11t
ru ta de nn hombre súmero. vestido con
kaunakés
y
provisto de
adornos que son comunes a todo pueblo primitivo . Sin embargo
es forzoso distingnirlo de los demás por su
alu
dignificación
inrclccnnl :
emplea
la
grafí:1,
y:i
abnndantementc lineal, constitoíd1
por los. idcogram1s de Sumcr.