TUMULOS DE ANAU
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medio hombre y medio buey, los cilindros llevan siempre
la
figura del
"buey de
la
montaña",
Bison Bonasus,
o
Bos Taurus Macroceros.
Quien ha observado, en las láminas del libro de Pumpelly
y
cola–
boradores, muchas ejecutadas en colores (20), los bellos vasos exhuma–
dos por Schmidt,
y
los objetos de barro y cobre de los túmulos trans–
caspíanos, del todo análogos a los similares de Sumer, no puede a menos
que agradecer a
la
institución americana
la
notable contribución apor–
tada a la historia de
la
antigüedad ( 21) .
(20) Ver principalmente las tablas 10-3 5, dedicadas a la alfarería. Significa–
tivo en sumo grado el espécimen de la tabla 19.
Las tablas 3 6-39 ilustran objetos de metal.
( 21) La obra de Raphael PUMPELLY y de sus compañeros de expedición, no
se limita a la excavación de los tres túmulos de los oasis transcaspianos. El D r.
Schmidt, por su parte, ha estudiado el material de excavación,
y
determinado las afi–
nidades ergológicas y artísticas. Alfarería y estatuítas de barro son características de
la cultora preelamita, la .que al bajar a la llanura caldea, formara allí la capa más
antigua de vestigios humanos.
En cuanto al Prof. Pumpelly, quien es, esencialmente, un geólogo, las observa–
ciones fisiográficas recogidas durante la expedición, rigurosamente clasificadas
y
coor–
denadas, lo ponen en condición de abordar el problema de )a 'migración toránia desd•
el oasis de Merv hasta el Eof ates bajo el aspecto antropo-geográfüco que presenta tal
movimiento de clanes Más aún, u a vez estodiádas las condiciones de esta únic¡t
emigración, el autor p ede abarcar el problema general de las migraciones de pueblos
en la antigüedad, con respecto a la cuenca mesopo1'ámica. Sus resultados fueron ex–
puestos en una confere ia presideneial en la Sociedad geológica de Estados Unidos:
PUMPELLY, Raplj.ael. -
lnterdependent Evolution of Oases and Civilisatiom,
en "Bulletin of the Geological Society o America", vol. XVII, Rochester, 1906.
El autor, coordenando los datos de la excavación referentes a la cultura material
del ·hombre, con los referentes a la formación del oasis
y
su vegetación y fauna, ha
llegado a determinar una dependencia directa entre el establecimiento de la vida social
y
el
período húmedo del territorio que le ofrece asiento. Viceversa, al sobrevenir las
oscilaciones del clima árido (o fase anaclimática, que diría Albrecht PENCK) , se
produce un éxodo de las tribus. El hombre busca un camino hacia territorios que han
conservado el carácter húmedo
y
la fertilidad, como ser estuarios, ríos, llanuras alu–
vionales.
Análogas ideas ha sostenido respecto a la. península de Arabia Jacques de Margan,
al estudiar el origen
y
las migraciones de otra familia de pueblos, la Semítica. La
concentración salina del Mar Muerto y la aridez de los Uadi comprueban · que también
en Arabia hubo antes un clima menos estéril.
MORGAN, J. DE. -
Les origines des Sémites et celles des Indo-européem,
m
"Revue de Syntbese historique" , XXXIV.
MORGAN, J . DE. -
Notes d'Atcheologie prehistorique,
en
"L'
Anthropologie" ,
XXXI (1921), pp. 37- 68 (ver espec. pág. 41-42).
De esta manera la geografía física ha log;ado prestar auxilios importantes a las
disciplinas históricas, esclareciendo un problema que antes se abordaba con medios
empíricos. Resulta bastante claro el cuadro que se nos presenta, de ·emigraciones tu–
ranias
y
semitas, dirigidas en un mismo período prehistórico hacia el mismo lugar,
impulsadas amlras por una causa común, pero .siguiendo diferentes derroteros, los
fa-