Table of Contents Table of Contents
Previous Page  134 / 470 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 134 / 470 Next Page
Page Background

124

AMÉRICA Y BABILONIA

conocían una escritura pictográfica (la que fué transformándose en cu–

neiforme por causa del empleo de astillas y páginas de arcilla), mostran–

do también una práctica notable en la industria cerámica, cuyos ornatos,

en pintora de dos colores, comprueban una estilización ya muy avan–

zada, y un largo tirocinio ( 13) .

Siguiendo el camino delineado por las formas de la cerámica sú–

mera, como la encontramos en la baja Caldea, y de los utensilios de

piedra y cobre, De Morgán ( 14) , logró identificar el hilo conductor

de la más inmediata traslación de dicha cultura. Las colinas puestas a

oriente de la Caldea, en el lugar donde después de varias decenas de

siglos se levantó Susa, la capital del Elam, encierran, en las capas ar–

queológicas inferiores, idéntica cerámica, precedida por una escuela figu–

lina y pictórica algo diferente, y propia de la comarca, y seguida por una

interrupción de la alfarería.

Llámase esta página de la prehistoria susiana, período proto-elami–

ta, para distinguirla netamente de la cultura de los Elamitas, quienes

llegaron posteriormente al

territorio. El período proto-elamita está

integrado, a raíz de tales pruebas, por los vestigios del "paso" o "esta–

ción" que allí hicieron los clanes que después bajaron a las tierras fértiles

del aluvión mesopotámíl!o, a

la

región que decimos Súmer ( 15) .

Estación brev;e_, sin embargo, de tránsito, y nada más. En efecto,

el llamado período proto-elamita termina con una extinción más o

menos brusca. Remontando, por el otlio lado, a su primera a,parición,

nos encontramos tanto en la Susiana como en el valle de los dos ríos,

con el improviso establecimiento de una cultura integralmente formada

y madura: metales (cobre, oro) , tejidos, cerámica finamente ejecutada

al torno y pintada con adornos zoomorfos

y

vegetales de una estiliza–

ción ya compleja. Como se ve, la transición cultural de las colinas del

Este, más o menos duradera en medidas de tiempo, pero seguramente

brevísima en historia ergológica, nada resuelve, o casi nada, acerca de

las sedes que fueron originarias de esos clanes, y donde ellos conquista–

ron, a t ravés de largas

y

penosas épocas de trabajo, los secretos de la

dignificación humana: la percusión

y

retoque del sílex, el fuego, el

pulimento de las rocas, la domesticación de los animales, la cultivación

de las plantas salvajes

y

el arte del alfarero,

(13 )

CONTENAU, D r.

G .

-

La cívilisation assgto-babglonienne,

ya

citado,

p ág.

95.

M ORGAN,

J .

de. -

L' humanité préhist.,

p ág.

219.

(1 4)

MORGAN,

J.

de. -

M ission scicntifique en Perse.

MoRGAN,

J .

de. -

L'humanité préhist.,

pág.

219- 220.

( 15)

CONTENAU, Dr.

G. -

La civilisation assyro-bab.,

pág.

95.