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tial todos los confines de la tierra, sénos
propicio.
Haz que no nos falte la lumbre del Sol;
tú, señor, que conversas con Inti, cubrién-·
dote el rostro con vaporosos cendales.
Haz que la sed de nuestros campos
se sacie con las linfas que lo fertilizan;
.tú, señor, que ordenas el curso de las
agua", y conoces el origen del Willkamayu
y el Apurimaj.
Tú, oh gran vigia nuestro , rugirás cuan–
do el anti sigiloso
y
feroz , pretenda inva–
dir nuestras tierras
y
pue los.
,Apu Sall r
t ·
se - or- de las montañas,
salud,
----=-liLKANU~A
e
ú
-Padre Sol ,
tú
que fueras creado por
el abuelo l{on-Titi, que surgiste de las
ondas cristalinas del Wirakocha, ¿de don–
de vienes cada aurora a darnos tu luz?
.-Padre Sol, fuí a tu encuentro, día
tras día, y siempre estabas lejos y nun–
ca llegué a alcanzarte, ¿dónde tienes tu
in
orada, dónde reposas y guardas tu luz?
-Padre Sol que fugas tras los montes
y te ocult9,s tras las tapias, he seguido tu
marcha cual un malhechor; bajé los ba–
rrancos, escalé las montañas , - crucé los
grandes ríos, · penetré en las sel vas ,
y
tú