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así vino seguramente Manco Capac (Mayku
Kjapac el poderoso caudillo en Ayrnara) con
su gente a usurpar los fértiles valles del Cuz–
co en donde don1inaban los Sinchis, (4) por–
que el frígido altiplano
y
las islas del lago
ya no le ofrecían cabida junto a sus hertna–
nos. Es así q ne estudiando con algún cuidado
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folklore que diseñaban los cronistas se pue–
de sacar datos exactos
y
valiosos en claro. En
prilner lugar, por eje1nplo, que hubo una canti–
dad de dinaEitías, muy cortas por supuesto,
en vista que el caudillo vencedor, con la bien
conocida crueldad innata en los indios, exter–
minaba a los co1nponentes de la dinastía ven–
cida totaln1ente, sin dejar rastro, con excep–
ción sí de las mujeres bien parecidas que to–
maba en calidad de apreciable botín. Pero
no sólo del altiplano han venido inmigran–
tes guerreros que se han impuesto: de
111ás
le–
jos, quizás de los bosques, de la costa
y
de
más allá del mar procedíau otros, de los cua–
les unos se in1ponían por su crueldad y pug–
nacidad
y
otros por verdadera sabiduría.
ln-
(4) Sinchi viene de la palabra aymara "Sinti''-fuerte.
Probablemente eran estos "Sinchis'' restos que habían que–
dado de los antiguos dominadores o sea de los antiguos "Co–
llas" que seguramente eran los autores de los monumentos
en "piedra engastada", por lo cual los del lugar los llama–
ban los "Sinchis", los Fuertes.