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te desde la más remota antigüedad hasta la
conquista
y
aún después de ella. Los
'~may
kus" eran los jefes patriarcales y políticos de
parcial id ades, y el jefe superior
y
sacerdote
de la
"Tierra'',
el l\1armani Cunturi Mayku,
en cuanto el Jefe supren10 de la nación con
carácter deífico (di vino) el sacerdote del Sol
era el '·Huillka"; su n1ujer Kjoya (Ooya) fué
la supre1na sacerdotiza de la luna
a
cuyo cui–
dado se hallaba
la
casa de Pn1na (Purna-uta).
Todo esto que relatarnos no son
q
uirneras itna–
ginarias nuestras, pertenece al folklore exis–
tente; que cualquiera puede escucharlo de
los ''yatiris" (sapientes indígAnas) en
la~
. grandes comunidades agrarias de los aboríge·
nes, al rededor del rriticaca y espe0ialinente
en Sampaya.
También a Ludovico Ber–
tonio no era extraña esta tradición,
el
que di· .
jo en su Diccionario de la Lengua Ayn1ara
Ílnpreso en el año
1612
en
J
uli Pueblo en la
Prov. de Chucuito
(II
parte) pág.
213,
con10
· sigue: MAMANI CoNTURI MAYco, I-Ialcón co1no
Re
y
d
~los
'páiaros y tatnbién Señor de
n1
u
chos
vafallos
·y
efpecia1mente llaman afi cuando
canta fus endechas. Más adelante dice el inis–
mo en oputt cit. 1\1.AMANI: Prouincia o Diftric- ·
to, y co1no ejen1plo cita: Egypto 111a1nani. Cof·
co ma1nani. Lupaca mamaui. Prouincia de
Ji~gypto.
Del Cuzco.
L)e
los Lupacas, etc·.
Este erudito fraile y obseTvador que hi–
zo
sus estndios al fin del siglo
XVI
y
princi·
pios del
XVII
dice en la pag. 386:
VrLLCA: