-148-
Acerca de la
3~
manera, cuando la pregunta es sobre qué
tanto, o desde que tanto, poco hay que decir, sino es que inter-–
veng a algún verbo que signifique movimiento material o mo–
ral. Los nombres de cantidad generales o particulares no se po·
nen; y cuando se juntan con alguno de aquellos verbos se pone
en ablativo con la preposición
ta;
v. g. cayó de muy alto, h a –
ya uaro ta tincuna; cayó de tres brazas de alto,
q
uimsa
loka amputata tincuna, más propio,halaktana.
Algunos modos de hablar hay por estos nombres muy
galanos: v. g. una peña grandísima o por muy grande que sea,
cauqui hachcha ka l asa ; un hombre por muy alto que
o grande que sea, cauqui bacbcba hakesa.
El verbo general de medir es
tupuña,
y así diremos: yu–
ra ca rtl
túpuma~
mide lo ancho; amputaru túpuma,
mide lo alto; hucjhan capa túpuma, o lanckhupa tú–
puma, mide lo grueso.
&.
Dios es sin medida o inmenso,
Diosajb tupu vv i s awa; vel
Dio ~ ajb
bani aca hu·
chu h a cbcha sa ñati; no se
pued~
decir Dios es de este la·
maño. o no se puede señalar medida a Dios.
Acerca de los nombres de peso, no hay que decir; porque
los indios no contrataban por peso, y así en esto han tomado de
los españoles los nrmbres de varios pesos , aunque ellos usan
también de algunos propios; como
juira,
que es un peso de
una onza, a la que llaman también
uarcu; lua, kala,
es una
piedra de una arroba. El verbo de pesar por balanza es
hiskha–
siña,
y
quiere acusativo con
ru;
v. g. cuánto pesa este oro?
aca korijh kaukharus hiscasi?
CAPITULO DECIMO TERCERO.
De los nombres de tiempo.
Antes de poner el modo de construir los nombres de tiempo,
pondremos las pRrtes del mismo ti empo.
Pacha,
tiempo;
hilaqui, hilapocjha,
brevísimo tiempo;
uru,
día;
ka/Ita,
mañana;
chica uru,
medio día:
haippu,
tarde;
ta-