--- 130 -
otro. Y es de notar que la oración determinada \que es
el
dicho
que se refiere) siempre la habremos de poner en el mismo mo–
do,
tiempo y persona , en que fué dicho o se ha de decir, y el
verbo
saña
se ha de variar por el modo
ti empo y persona de
donde hablare: como Pedro dice que vendrá; cuando Pedro dijo
que vendría, habló de futuro, diciendo yo iré; ahora que yo re–
fiero este dicho de Pedro, he lo de decir en el mismo tiempo de
futuro, y primera persona, según él
lo dijo; y así teng o de decir
P ed ropi hutaás i,
que es decir, Pedro dice, que vendrá.
Según esto, teniendo este verbo las muchas significaciones
arriba dichas; cuando signifique querer, aquello que queremos
(que siempre es una acción del infinitivo)
lo pondremos en la
primera persona del futuro del indicativo,
y
el
verbo
saña
lo
variamos por los modos, tiempos y personas correspondientes;
como yo quiero comer, diremos:
m
a
nkka
wa sa
stá;
aquél
quiere comer,
man kkaá si;
ojalá tú quisieras comer,
mankka–
was asma~
cuando aquél quiera comer,
man kka síspan a .
En las oraciones hechas por el verbo
saña,
es buen o
ar.i~ poner al dicho verbo su gerundio
sasin,
que corresponde al que
en castellano; mi padre dice quiere ir,
au guihapi sarbá
sas1n
SI.
CAPITULO UNDECIMO
Régimen de la preposisión
Las prepocisiones en este lengua son de dos maneras: unas,
son simples, y 0tras, compuestas: y entre las compuestas: unas
hay que se componen con las simples; otras, que se componen
con ciertos nombres y las simples. De todas las cuales se tratará
por su orden. En una cosa convienen todas, y es que, así las
simples como las compuestas, se posponen al
nombr~
que rigen,
como fácilmente se verá por los ejemplos que se· pusieren; por
donde con más razón pudieran llamarse posposiciones.
PARRAFO PRIMERO.
De las
pre posicione~:
simples.
Na,
en: prep. de gen. Cuando significamos hacerse algo o
padecerse en lugar determinado, se usa de esta preposición: v. g.