PRÓLOGO DEL AUTOR
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cerro, pue , quedó sepultada la vara fabulosa que el sol padre de los
do emigrados de la i la de Titiqaqa, peña de plomo o estaño les clió
para prenda ele su reinado.
Con la misma dificultad
e encontró dicho autor en la interpreta.·
ción del nombre Wa ca r, Inca; pue , habiendo leído en Garcilazo
que vVaina Kjápaj mandó hacer una cadena ele oro al tener noticia del
nacimiento ele u hijo, y en kjécbua la cadena o oga se llama
waskhc~
y
no
warcar,
s in aber lo que sio·niflca
wazca.r
qu e viene de la raíz
hebrea
zaca1·,
memoria o recuerdo, en la forma Nopbjal que dice huz·
ca r, memorial, le quitó la r
y
quedó
1oaslcha,
oga. Cualquiera sabe in·
terpretar de e te modo
y
tirar el agua a u molino cortando la acequía.
El mi mo autor, olvidándose ele las r gla
gramaticales trad uce
wiraqocha por
écmne de lamer;
pue-, clebí<t haber dicho mar o lag·u·
na ele espuma, aunque la, espuma se llama
phosolcho; jat1m
qochc~
e
mar grande y no mar ele la grandeza;
pcwha mama
es la madre de la
tierra;
mama coha
es la fuerza 'ele la cría,
y
a í de lo
el
má .
lVirc~qoclu~
es laguna del palacio r eal, del fuerte o ca t ill o y no ele la grasa,
como mal le traducen los imperito ' en el lenguaj e antiguo ele lo
kj échuas. Véase en el diccionario bebreo-kjéchua,
bim.
o ig·noro que en 01,l(illa leng:ua un nombre ele opo i ión a veces se
toma como adjetivo
ue
·n
li
de} objeto formal como
mqmta qaqa,
madre dura, á. pera;
manut
n
ntu,
matrom" l;>lanca, noqLe ilu tre, vi–
varacha ; a í e dice m
mct co1w..
ma~re
ecunda,
ue es una ceremo·
nia supersticiosa, en)a u
obre el m.onton de maíz 1)la11'iclan las es–
pigas que han de servir para la semi ll a en la . iembra:
t,
pero para qué
hemos de recurrir a los t ropos y metáforas cuando tenemos tm enti·
do llano, o propio ele la
palabra ~
Si
all]Jpa mizclci
s ignifica miel de la
tierra ¡,por qué hemo ele decir tierra
dulce~
Mejor se dice
mizcki simi
palabra dulce o
mizlci allppa
t i rra dulce ; como en hebreo
lllelkizelleq,
rey ele la ju ticia o ju to;
Abram,
padre excelso;
janti-nadab,
mi pue–
blo noble o la nobleza de mi pueblo, son u tautivos que pueden to·
marse como adjetivos, como en va co
mendizctbal.,
monte gTande, hin·
chado; y de e te modo e
lll anco kjárpaj,
Mame~
Oello, Waina
l.~ápaj.
La historia
y
la tradición nos en erra que vViraqocha ma.ncló cons–
t ruir su palacio real en medio ue la laguna de Khuzqo, y e te hecbo
le mereció 1renombre de laguna del palacio, como indicaWiraqocha.;
supongamos que
Mra
signifique verti ente, manantial, de la raíz
bwir,
be1·
o
bir,
pozo, manantial: en e. te sentido sería. laguna clelma.nan–
tia.l, lo cual es mucho má propio pat·a esplicar la aparición del Dios
fabuloso que e llamó también Wiraqocha. Cada cual piense como l e