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OLLANTAY
culares, había reunido ya una
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petable cantidad, no tuvo el con·
uclo ni aun de comenzarlas, porque u última enfermedad duo
inopinadamente a t iempo parft impedirlo.
lternaba e tos cuidado parroquiales con el estudio que era parn
luna, verdadera ob e ión. Lo :pocos rato que le dejaba disponible
el mini terio sacerdotal dedicábalos a poner en limpio su
Diccion(l,rio
a,~wlítico·sintético·ltniversal,
o a la traducción del
Ollantay,
obra por
entonces comenzada para corregi r las tle von T chncli , Pacbeco
y
algnna, otra, todas ellas deficientes, atmque ya preveía, que su trabajo
e
ta.ba,sentenciarlo
a.noser públicamente conocido y de ello e lamen·
ta:ua amargamente (').
Pero como si las contrariedade le esforza,ran má , en vez ele ener·
varlo, todo esto le hacía continuar con má decidido y tenaz empefio
la tarea que e había impue to. E te afán por el e. tndio
y
la medita·
ción le dominaba de tal manera, que basta llegó a. privarle del ueño.
<<Son la 12 en punto- decía en una de u · carta (')- y me levant6
por no tener gana ele dormir, para contestar a u muy apreciable del
16 que recibí esta tarde; y como la amistad con i te en la emejanza,
creo que-u. ted ambi wpasará alguna noche in omnes; pero Asue·
ro, cuando no tenía . ueño, e
Jw,c'íl"\>
'eer la')li-sto
,r.ütc\e lo Per ·a ·y de
los l\1edos
'i\ ,
u
1
yo
t
:Ugo mttclio que meditar tpara mi entretc·
nimieuto,
· 1
tla
e m¡ibir pqrqne
~
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iemi?re queda algo para.
l otro día. >>
~
GOn sto eJ golf< ba e n ·
1
profunda di qui icione.
obre tad· a e.
y.
·a•ce.· . «Y
(l.
ht una, y el ·ncijo no viene todavía,
- decía
m,
s ncle anf ; - cor o
1
humo para los ojo. y el vi na are
para lo dieu e , a
í
e el perezo o para los que le enviaron, e to e. ,
fa ticlioso en tardar, p ro
de mininvis non
ClW(tt
Praetor. .Amo·rlomi·
mt.Y,
nequaquam;
amo e el que cuida...
»
Y ya no se volvía a acordar
ni aún de la llora que era, ha ' ta dejar evidentem nte aclarada la di fe·
rencia cntr
amo
y
se1io1·,
acudiendo para ello no ta.nto a la hi toria
como a la filología
y
la gramática.
Pero todo e to terminó de una manera viol uta con el ataque de
npoplegía que ufrió en e te mi mo aíio ele
1
9, que le dejó ca. i para ·
lítico de un brazo
y
lma pierna, perdiendo tambi n la facultad ele
hablar, nfermedad de la que nunca llegó a r poner del todo.
Inútil ya para el mini terio parroquial fué tra. ladado a autiago
del E
t
ro, donde la uria ele iá tica le ncom ndóla capellanía del
(') nrtn ni
seiior Lnfone Qne'<'cdo, 11 de jtmio de 1
f!.
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al "ciior Lafont• Qncyedo, 25 de julio de 1 9.