ESCENA XIV
117
.Antis1~y1~
can ppint1tsqa.
Ollanta.ytc~ maslchariycz~
:
Ya lJaytttpas
llttqz~rqa?wía
Rwm-i
?ía.wi; y, carqamía
Unm~
pwypac:
hinc~ ta.rvyc1~
(').
Orq1~1oa1·anqapas
chaypin
Ancha llakisqa kjepcwin,
"lia.nc~siminta kiclw.1·in,
Waskhapi philíayta. happin.
Hinam., I nca, p1bSCtnMmcu
Ollantll!ljta Stbyttntinta :
Hanxj1~
toaylZ.Zb1l'annantinta
Lla1Jallctnta ati?n1tnetb :
.
Gh1mca wm·anqa hincwha
lVc~tasqa antiylcicnnc~:
Qc~tinmnmb
tcaFmincmw.·
W
aqacuspa llakipaclw.
Gheqcmtc~ qam~
I'ÍC1brqanlci
IVi llcambtcb p1tjytbykípí.
Los andinos son fajados .
Buscamos a Ollantay :
Ya le hubo enredado
Rumiñawi; sí, ya hubo
Para él camiseta: a
í
hallamos.
Y allí Orquwa.ranqa
Aflig-ido él se queda.,
i abrir osa su boca,
En un lazo está rabiando.
A sí, Inca, traen ellos
Olla.ntay con su partido :
Hanxj u-wayllu con su g-ente,
A todos los han vencido :
Como cerca de diez mil
De andinos bien atados:
Sus mujeres, que los sig-uen
Van llorando que dan pena.
iblio
(A
Willao-Uma.)
Cierto
ftt
lo ue tút vist
En
el ío WillcaJ;tota.
DIÁLOGO 'fERCERO
Los precedentes
y
ltUMIÑA
Wl
RUMIÑAIVI
(Incctpa c qonqO>·icliSJl<t.)
TVa'l'(tnqa cnti 1mwhhani,
Kjápaj
lncc~,
chalciykita.
Uya?'itoay cha.y
sim.itc~
:
Jl[ctkiylcipi puca1·ani.
(Arrodillándose al Inca.)
lVIil de veces, pues, yo beso,
Poderoso rey, tus pies.
Oye, pues, esa palabra:
En tus manos cobro fuerza.
(')
Unc-u.jJctypac,
cn.mieta, para. 61.
Uncu
es nombro común de cnmisn de indio, pe–
ro
1:t
que se potúa. "' lo presos estttb" hech " de oh·o modo como dmleco que
fa~"'
los
hrazos
y
no portnite movimiento.