76
Ancha cam pw·inaylci.
¿
Ima.
ppttnchaAwht~
taninqa
Zape~
tvctta llocsinwn ch-ic
Ohay cant
llcwt?~ctmaman,
Ohay millcty attqacunaman
11
Ya.warta llipi hichhanchic.
ffam
Inca.qa,iia paypactct
A.klmyanta xjepichaptm,
As cucata apncapttn
:
Sayelmshcanett tttetty llacta.
Aquí phtt?'ttmmi aaskhana;
Ohc¿ypim llamapas pisipan;
Ohaypim chakinchdctct ttipan
lllillay twrpucpas khisqcwTa :
Umtpct.s chaypacmi alJCt?tet
1
Vasa.ncupi 1tpiyana1uw
Wcw1nytapas,
Y
1
suyana.
'j_lucny ntita
llaki.~pa,
1
J
Olawaj sonqtt 1Tini Incata
(') :
OLLANT.AYTienes que andar muy lejo
¡,En qué día calmará
De alir en cada año
A esos pueblo lejanos,
Y tan sucios enemigo
'1
Sangre todos derramamo
Ya el Inca preparó
Sus manjares para í,
Y más coco él se llf'va :
Todos los pueblos están cansado
El arenal se ha de buscar ;
Las llamas allí se menguan;
Nuestros pies alli lastiman
Fiero punzante de espina
Y el agua llevar para eso
En hombro. para beber,
Sí, para e perar la muerte.
vosotros,
Orl]tlwaranqa:
E a preven_ción de can ancio
Ten
di,
fija en vue tro pecho.
A todos los ande condoliendo,
Dije al Inca muy triste:
(')
Ká',.Ctj •enqu 1iini inc<tta,
con dolori<lo cornzón dije al inca. Como se ve aquí es–
cribe el seiior P noheco
/uí,',.nj
con
k
doble, que según noté en el alfabeto debe pruceder
<le
kctl'lty,
er flexible y significa comzón compasi,•o ; pero
él
<lice
dem<tn yé, tndolori,
cuisnnt,
que eu tal onso Uebía e cribirse
kharctc
li011!ltt
¡>rocedente de la raiz
lutrar,
Hr<ler, do donde procede
chal'itas.
E ta misma palabra escribe ig ualmente en el verso
1455, que él trnduce por llenos de angustia : mas en el verso 1112, el indio habla di–
t•ho
llctpctta ká'1·aj ill<tpa-tucuy!iinctt y mnnohasqa,
a todos, ellos, si, llenos de miedo;
pero él tmduce :
les ctcctblercnt de
jlecl~s;
este sentido es diametralmente opuc to a lo
que el mismo indio ncabab!\ de dech- al inca, cuando le preglllltó i hubo derramamien–
to de sangre, y dijo : No, padre, no hemos derramado sangr do nue t ros enemigos.
Aqn!, pues, tleb!a e cribirse
kharctc--i!U:tpa,
rayo encendi do o ardiente; o sino
qctraj–
illapct,
rayo partidor; pues, el myo no tiene compasión, dolor,
ill
angustia. E s, pues,
c·te d senticlo de aquellos versos : como los hnlhm, ns! a todos enlazando con la ve–
locitlad de un r ayo que relampaguea, rompe y rnja. D e aqu! se hace patente y e com–
prende claro que la kjéchua rlc hoy está ya muy
alterad~>
en
1
mismo uzco o tal vez
má que entre los indios de Bo!h;a que han tenido menos trato con Jos es¡¡aiioles
y
son colonin cuz<¡ueüas más IJUras y más antiguas.