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EL PAIS DE LA SELVA
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más intrincado de su selva humedecida por cañadas y
-arroyos. Vagabundos, ignoran la posesión individual de
la tierra; y cuando siembran dejan á la pródiga natu–
raleza hacer la germinación y el cultivo, pues ellos
volverán solamente á recog·er los frutos en la estación
prop1c1a.
Tienen, sin embargo, la propiedad de los inmuebles.
La caza, la pesca, el cambio, el pecoreo, originan dere–
chos exclusivos ; pero si les dan una yegua ó ellos la
atrapan en el malón, la bestia es para todos. Los horn–
bres la descoran,
y
la dejan con cierto gesto de superio–
ridad, diciendo : -
«
Trabajo para la chusma...
>>
La
chusma son las indias, y los viejos y niños ade1nás ;
en suma todo lo q e
o s a en los éxodos ó la guerra.
Ella se encarga
En medio de -estos hábitos, los varones quieren á sus
compañeras, aun cuando haya en su amor una simpli–
cidad bárbara de génesis. Forman, dentro de su tribu,
pequeños grupos autónomos, seguramente generados
por un común tronco famílico,origen del cacicato; pero
hay entre los diversos grupos, una especie de federación,
compatible con tal medio geográfico y tan rudimentaria
sociedad. La familia es monogámica, y inantiene, aun en
las peregrinaciones, su unidad colectiva ; y la choza
con que el indio
levan~a
abrigo y sombra para su esposa
y sus hijos, parece creada por un vago concepto del
hogar. La sumisión de la mujer al hombre es abso-