Table of Contents Table of Contents
Previous Page  145 / 292 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 145 / 292 Next Page
Page Background

EL PAIS DE LA SELVA

127

las líneas <le una fábrica gótica

y

el in terior de las sel–

vas, con sus ra1najes ojivales. Algo de imaginación ins–

pira sien1pre las más graves hipótesis filosóficas. Esto fué,

quizás, lo que me permitió reconocer analogías entre

la casa donde nos hallábamos

y

el bosque inmediato.

Era una pieza grande, á tres vientos, rodeada de vastas

galerías. Profusos horcones, como innumerable y fina

'

colu1nnata de troncos, sostenían el espeso techo de

torta, verdecido de hierbas espontáneas.

Al reparo del bosquecito habíase recogido la majada,

'Iº? allí tenía su chiquero. Junto á la tranquera, cabras

y

ovejas apiñábanse, batiendo con los propios pies su

lodo pestilente Lle orines y boñigas, - en tanto el chivo

iná-,

viejo, aso1na

·nalmente su cara barbuda de

'

persona n1ayor ...

No habiendo

EJ;o,

ni r ·oyo, ni laguna cerca de la

casa, alimenlaban jagüey junto al pozo donde una rús–

tica lrébe<le sostiene la chillona roldana. Quedaba en

rente una perspectiva de pradera, - campo rico de

pasto como las pampas litorales, - donde se embellecía

de soledad el crepúsculo, mientras el largo rayo pálido

· t

le la primer estrella, brillaba solitario, con su fulgor

de rica joya sobre la túnica imperial de la tarde ...

Fuimos á sentarnoE?,. en rueda bajo la galería. Apa–

reció la esposa, llena de robustez materna; luego los

hijos, - menos el primogénito, ausente por la cons-