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RICARDO ROJAS
cripción militar; después una pareja de cuñados; -
to–
dos tipos de gran estampa y parsimonioso ademán.
Los hijos chicos sumaban cuatro : de los dos menores,
que eran mellizos, estaba prendido uno al seno de la
madre, mientras hamacaba ella misma al otro, encajo–
nado en su cuna. Los restantes se apartaron á arrodi–
llarse en torno á una silla con asiento de cuero, donde
apoyaban sus coditos como en una mesa ...
Tucu-tucu
Maipi tacko tian?
Torturaban al pobre a imalito, vuelto de espaldas so-
'bre la suela del
d nde pugnaba por enderezarse
iér aga de las que suelen pulular
en las noch s
s estíos del bosque. Movía las
patitas en el aire; el vano esfuerzo lo hacía girar sobre
su propio lomo, tentando fuerzas en las alas y ha–
ciendo cruJir el cuello.
Tucu-tucu
Jlf
aipi tacko tian
?
Preguntábanle nuevamente, y al fin el pobre insecto
pegaba un salto brusco, apoyándose en la nuca, hasta
pararse, con la cabeza á un rumbo, y pura la fosfores–
cencia azul-eléctrica de sus ojos.
-
Dice que para allú hay algarroba, -
exclamaba
ingenuamente el niño, señalando con el índice el