LOS IV LIBROS DE LA IMITJ\CION DE. f;HRTSTO
455
Contm. iu Aristotelú Logi'canz.
Col.
I
605.
4.
xrx.
C. 25 . 26.»
(rr,
323). De manera que
la equ i•·ocación es sola y exclusivamente
del autor de la
Biblioteca FranciScaua,
como ya lo advirtió Caballero en sus ma–
nuscritos (núm . 893).
6133 .-Los IV Libros de la Imitacion
de Christo,
y
Menosprecio del Mvndo.
Compuestos en Latin por el venerable
Tomas de Kempis, Canonigo reglar de
San Agustin,
y
traduzidos nueuamente
en Español por el P . Ivan Evsebio Nie–
remberg, de la Compañia de Iesvs. Van
añad idos los .Dictamenes de spiritu y
perfeccion, sacados de las Obras del mis–
mo P. luan Eusebio. En Amberes, en la
Officina Plantiniana. M.DC.LVI. - En
16.º, de 456 ps., s.
12
hs. p. n.
Es curiosa por demás y d ignísima deque
la demos
á
conocer, en parte al menos, la
controversia que, con pretexto de esta tra–
ducción, suscitó allá al fin de su vida· el
fa–
moso Obispo de Barcelona D. José Climent
y A vinen t. Parece que por los años de
I
774,
á
tiempo que empezaba ya
á
experimentar
Jos desdenes de la co rte de Madrid, le vino
la idea de dar, para consuelo y alivio de su
a
peno.doespíritu, una nueva edición del
Kempis castellano; y aprovechándose de
esta ocasión, nada oportuna en verdad, para
seguir derramando su bilis, aun en aquella
desgracia, contra todo lo rel ativo á la Com–
pañia de Jesús, de la cual se había decla–
rado irreconciliable enemigo desde el mo–
mento que la vió desterrada
á
Italia por su
antiguo «::tmo y padrino» Carlos III, escri–
bió un
Prólogo
«Al piadoso lector de Kem–
pis», que había de estamparse al frente de
la edición,
y
que vamos á copiar,
á
la letra,
de su mismo borrador original, advirtiendo
que también son de puño y letra clel Sr. Cli–
ment las dos cláusulas que van entre pa.
réntesis.
Dice, pues, así el
Prólogo:
«Esta exce·
lente traduccion que ha corrido impune–
mente por largo tiempo baxo el nombre
supuesto del P. Eusebio Nieremberg, sale
óy al publico con el de su propio y legí–
timo traductor el V. P. M. Fr. Luis de
Granada, de la Orden de Precticadores. El
.primero,
a
lo que puedo congeturar, que
atribuib al Jesuita Nierem berg la version
de Granada de los q uatro libros de la Imi–
tacion, fué el P. Thomas Muniessa, Pro–
fessor que
fue
de Theologia de este Colegio
[de Barcelona], llamado antes de Belen.
Tengo la edicion que se hizo en esta ciudad
en la Imprenta de Juan Pablo Martl, en la
Plaza de S. Jayme [es la descr. en el núme–
ro 6099], con la licencia del Ordinario
y
aprobacion de aquel
Jesuita~
su fecha en el
mes de Julio
d~l
año 1676, que es 18 años
de la muerte del P. Nieremberg, y despues
de muchas diligencias no se ha podido ha–
llar otr,o, ni Jesuita, ni no Jesuita, antes
del P. Muniessa que atribuia tal versi on al
P. Nieremberg: por donde presumo que el
autor de esta ficcion
fue
el P. Muniessa,
b
otro de la Compañia . En la aprobacion
dice, que
el
libro de la Imitacion se ha tr.a–
ducido nuevamente en Castellano por el
V. P. Juan Eusebio Nieremberg, que assi
mismo lo aumenta con sus Avisos, y dicta–
menes espirituales: Y en el frontis se dice,
que los avisos y dictamenes de espíri tu se
han .sacado de las obras del mismo P. Eu–
sebio; con que ya se transluce poca
b
nin–
guna verdad del autor. Pero lo mas notable
es el elogio de la obra, que se le sigue in–
mediatamente a la aprobacion, el qual para
deslumbrar
a
lm, lectores, y hacer pasar por
nueva la traduccion, dice de este modo:
= No es el menor de sus elogios haversele
llevado el cariño,
y
agrado del V. P. M.
Fr. Luis de Granada, lustre
y
honor de la
sagrada familia de Predicadores : pues entre
las ocupaciones de sus escritos, y predica–
cion llevado de su ardiente celo del bien de
las almas, porque no careciessen de la celes–
tial doctrina de este libro, lo traduxo del
idioma latino al castellano, con tal acepta–
cion , que no es facil coMar las impresiones
que se han repetido. [Ahora viene el artifi–
cio
y
patrafia.] Y en esta edad el V. P. Juan
Eusebio Nieremberg de la Compañia de
Jesus, bien conorudo por sus escritos, ha
hecho [no es cierto
J
esta nueva trad uccion,