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DE LAS ALABANZAS DE LA MADRE DE DIOS
los
Opúswlos
de San Francisco de Borja,
«lpsius vero extat aureus
Li'belltts de
Orn·
tz'one mentaH;
Hispanice i am olim Limre
impressus», diceAlegambe (pág. 18), áquien
siguen Sotuelo (pág. 34), Nicolás Antonio
(r,
21),
Backer
(1,
1585) y Sommervogel
(m,
34) ; pero dudamos que realmente exis–
ta
semejante obra.
Ni los historiadores y bibliógrafos perua–
nos tienen noticia de ella, ni vemos q
u~
moti vo pudiera haber para que se la envia–
ra á imprimirá Lima .
Es
curioso, además,
que el mismo Alegambe no la cita en
el
ln–
di'ce
de a utores
y
materias; y que en el ar–
tíc ul o del P. Deza, poco antes de hablarnos
de su libri llo, copia de Ribadeneyr a (pág
22)
el siguiente párrafo: «Quem in catalogo no–
strorum Scriptorum pono; quoníam , etsi
eius scrípta nondum, exierun t in luctm,
multas tamen relíquit discípulos
&
scripto–
res, qui campos suos ex illius fontibus JTri–
garunt;
&
ab Alphonso Deza sapienter tra–
dita , luculenter ipsi, atque eleganter poste·
ritati commendarunt» (pág. 18). -El que
los sucesores de Alegambe omitieran este
párrafo sólo prueba que quisieron evitar la
contradicción, no que hubieran visto la
obra, la cual citan con la misma vaguedad
con que él la citó.
5783.-De las Alabanzas de la Madre
de Dios.
«DeLaudibus Deiparre. (En espagnol
(?J.)
(Apres 1662.) (Par le P. Antoine AL\'AfrnS
FEtrnEIRA.)», dice Sommervogel; y af1 ade
que «d'apres Sotwel (p. 64), un des dis–
ciples de l'a uteur pu blía cet ou vrage»
(B.
M.,
pág.
21,
núm.180:
cfr.
B., 1,
221).
Pero es
yerro tanto más manifiesto, cuanto que el
P . Sotuelo, por confesión del mismo Bar-
. bosa Machado , á quien tambi én cita en su
abono, da á entender bien claramente que
no llegó
á
imprimirse.
<<.-De Laud1bus D e1pane
como testifica o
Auth.
da Bi·b. da Campan.
p. 64. cuja obra
ficou occulta entre os seus domesticos, e
tambero ficara a seguinte se D. Ga,par de
Escalada, y Castillo Conego da Cathedral
de Medina querendo eternizar o nome de
seu Mestre a nao publicara com este titulo.
Adve1·tencias ]lluevas....
»,
dice Barbosa Ma–
chado
(1,
201); y Sotuelo, d espués de haber
advertido que el
P.
Alvares Ferreira «erga
Deiparam ex imía fer ebatur veneratione, de–
que ejus laud1 bus, scripta relíquit non pau–
ca», añade que «eius scripta vulgauit' nobi–
lis quídam, ac fidus eiusdem dí sci pulus....
edid itque His pan ico
l díomate
Condones
Quadragesi·males.
Matrití apud Maríam de
Quiñones 1657. in fo li o» ( pág. 64).-Lo
único, pues, que le imprimió su díscípuló ,
segú n el m ismo Sotuelo, fueron las
Con–
dones Quadragesi'males,
con? Íene á saber :
las
«Advertencias nvevas a la Lera,
y
Mo–
ralidad de los Evangehos de Qvaresma....
»
(descr. en el núm. 3702).
5784.-De las Casas
y
Solares de As–
turias . Obra genealogica heraldica de las
mas conocidas familias del Principado.
[ Por el P. Luis Alfonso de Carvallo, de
la Compañía d,e Jesús ]. ·En Madrid, por –
Julian de Paredes.
«Tambien anduvo manuscrita [ esta
Obra
de nuestro autor . lo mismo que la otra suya
de las
«Antigvedades....
»,
registrada al nú–
mero 3478], y despues la publicó Julian de
P ar edes» , dice
D.
Carl os Posada en su
Bz·–
blioteca Asturiana
(hoj.
7:
cfr.
Gallardo,
l,
429).
P ero lo cierto es que hasta el año 1695
no la publicó, pues el mismo P aredes avisa
con esa fech a lo siguiente a l fin de la
Ad–
vertenda
«Al qve leyere»,- que antepu•o á
su impresión de las dichas
A11tigvedades.
«Esc rivio (dice) el Padre Carvallo otro Tra–
tado
a
parte de las Casas, y Gen ealogías de
Asturias, el qual no h a llegado a nuestras
manos, aunqL'.e no hemos perdonado a dili–
gencias algun as. Pero este na ufragio pade–
cen siempre los partos d el entendimiénto,
quando muere su Autor antes de sacarlos a
luz: ellos se sepultan en la misma ruina de
su dueño,
o
se d es.aparecen con el Alma,
como accidentes proprios de ella.»
Pues de que tampoco hubo de llegar
á
manos de Paredes ¡:oi:teriormeu te al año
de 169 5, ó de que, á lo menos, éste no la
publicó, parécenos buena prueba la de que