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CATHECISMO Y EXPOSICION BREVE

con. juramento vna falsedad ó vna cosa de

que no están bien asegurados? »

Comienza: «Mi Amigo y Señor D.n Fr.

00

de Mena. He visto con el mayor....

»

Termina:<<.... y mandeme a mi como a

su mas afecto ser.dor y capellan.»

5742.- Cathecismo y Exposicion bre·

ve de la Doctrina Christiana. Por .Don

Geronimo de Ripalda.

Merece copiarse aquí, por lo singular, una

noticia que nos conservó el P. Luengo en

su

Diario,

á propósito de este

Catecismo

de

nuestro P. Ripalda. Extracta algunas cartas

en viadas de Méjico á los desterrados de

1

ta–

lia, relativas á varias determinaciones que

acababan de tomarse en el IV Concilio pro–

vincial celebrado en aquella ciudad (de 13

de Enero á 26 de Octubre de 1771), y avisa

que la segunda «consiste, en que en lugar

del dictado de P adre, que se ha puesto hasta

aquí a Ripalda en su Cathecismo, se le

ponga en adelante el de

Don,

y en haver

quitado enteramente estas _palabras,

Sacer–

dote de la Compaiiia de :festtS/

en lo q ual,

es claro, que se pretende, que el Pueblo a lo

menos en los tiempos adelante ignore que

aquel Cathecismo, fue obra, y trabaxo de un

Jesuita ; y por este tal qual consuelillo, y

gusto, que aprenden en quitar esta gloria a

la Compaflia, no reparan aquellos gravissi–

mos , y santissimos Padres en ser tenidos

· por hombres apasionados, parciales, e injus–

tos, y a un por inan es, pueriles, y ridicu–

los.. ..» (Año 1772, págs. 162-63).

No conocemos ninguna edición, mejicana

ni española, en que se diera al P . Ripalda

el import uno y, para el caso, burlesco tra–

tamiento de

Don;

aunque desde el mismo

afio de

1

771 abundan por todas partes las

que le suprimen el título de individuo «de

la Compañia de Jesus», convirtiéndole en

simple

<~Geronimo

de Ripalda», ó conce–

diéndole, cuando más, y aun eso como de

limosna, el equívoco dictado de «Padre» ó

«P. Maestro».-Por lo visto,

y

á pesar de

sus tentativas de secularización , no eran tan

audaces y arrestados nuestros impresores y

libreros como se los debían figurar los seflo-

res del Concilio mejicano, y guardaron con

el P. Ripalda las consideraciones de que, sin

embargo, prescindieron respecto á los Pa–

dres Codorniú, Corredera, Dutari, Izquier–

do, Núñez de Prado y Quintanadueñas, á

quienes en los núms. 4102, 4546, 4544, 3914

y 4380, 4058, 3864, respectivamente, vimos

reducidos á la condición de caballeros par–

ticulares con el arrimo ó pegote del

Don

antepuesto

á

sus nombres.

5743.-Celebridad de la Coronacion

de Felipe V, por el P. Blas de Mesa.

Ésta, de nuestro celoso misionero de Vi–

sayas, es una de las varias obras que citan

los filipinólogos entre las que se duda que

se hubiesen impreso en Filipinas. Cierta–

mente Backer, de quien sacan la noticia

misma de su existencia, no especifica el lu–

gar ni el año de su impresión (u, 1273), y

Sommervogel, que le copia, sólo cuida de

añadir por su cuenta, al fin del título, la

fecha de «1701» (v, 1019)

1

que fué real–

mente la de la Coronación de Felipe V.–

Pero como es cosa indudable que el P. Mesa,

que era de la Provincia de Andalucía, no

pasó á la de Filipinas hasta el año de

1707~

parécenos del todo cierto que su obra hubo

de escribirla, si es ·caso, aquí en España, é

imprimirla también aquí.-Hablamos con

esta indecisión porque, si bien es verdad

que en la

R azon de los Escr i"tores,

de donde

procede la noticia de Backer, se le atribuye,

como indudablemente impreso, un «libro

intitulado Celebridad de la Coronacion del

Señor Felipe V, Rey \fe las Españas» (pág. 7),

sin embargo, ni en los autores que tratan

de propósito sobre esa especie de trabajos

bibliográficos aparece la menor referencia á

semejante título, ni entre las numerosas re–

laciones que el año de 1701 se imprimieron

sobre ese asunto en diversas poblaciones de

España, descubrimos ningún a que lleve su

nombre ni qne fundadamente pueda atri–

buírsele.-Añádase que dicho año no pare·

ce que

el

entonces H. Mesa estuviera en

condición ni en edad de que se le encargara,

ni aun permitiera, la composición de una

obra de este género; pues consta que, naci–

do en Jaén á 7 de Febrero de 1681, había