174
DE SOCIETATIS IESV ORIGINE, LIBELLVS
diera salir en esta ciudad
á
fines del si–
glo xvr una obra tan descaradamente he–
rética, como ésta de Socino, bajo cualquie–
ra nombre, sin que hubiera reparado en
ella Ja Inquisi.ción española, y mandádola
corregir siquiera, cuando resueltamen te no
Ja condenara, como lo merecía ; y, sin em–
bargo", es cierto que no aparece anotada en
ninguna de las ediciones del
Expurgatorio
español. Además: tampoco parece natural
que en nuestras historias de la provincia
de Andalucía sobre todo, se hubiese omi–
tido la memoria de un autor, real ó su–
puesto, de una obra tan extraña; y, eso no
obstante, ni en las de Andalucía , ni en
ninguna otra, hallamos el menor rastro de
semejante autor, ni el más mínimo indicio
de que le hubi era habido jamás. Pues nada
se diga del cuidado y diligencia que ha
habido siempre en la Compañía en la im–
presión de libros, mayormente sobre Sa–
grada Escritura, y en conservar lim pia la
fama de su doctrina, si por algún .caso se la
quisiera denigrar ú obscurecer con verda–
deras ó falsas acusaciones; ni de la circuns–
tanci a tan notable de que ·no ha habido ni
hay enemigo de la Compañía tan descarado
y audaz en España, que le haya hecho car–
gos nunca de haber impreso
ó
permitido
que un indi viduo suyo imprimiera un libro
como éste, tan digno de censura y exe–
cración.
Todo esto nos parece señal evidente de
que ni es edición de Sevi ll a la de
1
588 ,
ni
debió de pen etrar siquiera en España por
el tiempo en que hubiera convenido
á
los
Socinianos que penetrara. La verdad es
que no la vió ni aun Nicolás Antoni o; y de
creer es que no la viera tampoco ó no la
examinara ninguno de la Compañía, cuan–
do no hubo quien protestara contra el in–
concebible descuido y reprensi ble atribu–
ción de Alegambe y Sot uelo, aunque enga–
ñados por Possevino, como éste debió de
serlo por malos in fo rmes que llegaran
á
su
noticia; pues tenemos por indudable que
ni aun él vió ú hojeó, por lo menos, la obra
que tan de ligero y sin razón adjudicaba
al desconocido y fabuloso P. Doming o
López.
Ni juzgamos que, para dar cierto color y
: apariencia de explicación plausible
á
lo
oc urrido en este asunto, sea menester ape–
lar, con Melzi
(nr,
20),
al ingenioso extre–
mo de adm it ir la posi bil idad de que exis–
tiera una obra católica , impresa anterior–
mente en Sevilla, ni en nin gú n otro punto
de· España, ó de fuera de ella, con la misma
portada que después se arrogó la «malicia
herética». F uera de que no hay ningún
dato ni especie que autorice semejante hi–
pótesis, ¿á qué suponer tanta precaución y
recato en gente que «no hace escrúpulo de
mentir» ? Ni ¿á qué negar que el nuestro,
por desgracia, es uno de los casos que más
claramente prueban la conveniencia, y tal
vez necesidad indispensable, de que el bi–
bliógrafo acuda, siempre que pueda,
á
la
inspección y lectura de las obras que ha de
describir, para de ese modo evitar errores
graves é infundadas atribuciones?
'
Pero cerremos ya este artículo, ad vir–
ti endo que el ejemplar de la Biblioteca
Nacional de Madrid lleva escrito al frente,
de letra bien antigua: «Per Faust. Soci–
num; quamvis sub alterius -nom: promul–
gat: », y, de letra del P. Arévalo, el de la
Biblioteca del Colegio de Loyola: «Opus
hrereticum, falso suppositum P. Dom. Lo–
pez, Soc. Jesu, cum vere scriptum fuerit
a
Fausto Socino, homine pestilentis dó–
ctrin re, et ejus nomine recusum in
Bi"blioth.
Fratr. Polou.»
Reprodúcese, en efecto, se–
gú n nos daba también á entender Placcio,
aunque él no lo debió de comprobar, en
las págs.
265-28
5
de la
<~Bibliotheca
Fra–
trum Polonorum · q uos Unitarios vocant,
instructa Operibus ómnibus Fausti Socini,
Senensis, nobilissimi
~tali
.... Irenopoli Post
annum Domini
1656»,
en fo l.
0 ,
de
8 14
ps.,
s.
9
hs. p. n.
5566. - De Societatis Iesv Origine,.
Libellvs. Authore D. lacobo Payua Lu–
s itano, ac sacrEt
Theologire Doctore,
contra Kemnicij <;uiusdam petulante
audacia. Lovanii. Apud Rutgerum Vel–
pium. Typog. Iurat. Sub Castro Ange–
lico. Anno 1566.-En 8.
0
,
de 40 hs,