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para instruirse, p. ej., libros, mientras para aquéllos el
párroco es todo
1.
Por cierto, será muy provechoso, para formar de
los indios buenos cristianos, hacerles rezar,
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sea repe–
tir, en su propio idioma, palabra por palabra los actos
de fe, esperanza y caridad
2.
Otro medio de santificación es asistir con devoción
al sacrificio ele la Misa, lo cual prescribe la Iglesia
para todos los domingos
y
fiestas de guarda. Mas
como los indios no pueden ocuparse durante la Misa
en alguna consideración devota, por falta ele instrucción
religiosa, ni tienen libros, ni pueden leer para :tlimen–
tar la mente con algtín pensamiento ele piedad, leído
en un libro, ¿ no será u asistencia á la lisa del todo
material? Para subsanar este gravísimo inconveniente
hemos puesto oraciones para oir la santa Mis:i, que
al mi mo tiempo son una breve explica ·ión dogm;itica
de este misterio; son solamente cinco estas oraciones:
para el principio de la Misa, al ofertorio, para después
de la elevación, á la comunión,
y
para el fin de la
Misa; de modo que los asistentes pueden meditar obre
Jo leído ú ocuparse en otras devociones durante las
pausas. Léanse, pues, estas oraciones en castellano
y
después en quichua, ó,
á
lo meno , en este segundo
t
Véase la Carta pastoral del Ilmo.. 'eiíor L. F. Romero,
la cual se encuentra reimpresa en nuestra "Lengua Quichua".
2
Los actos de
fo,
esperanza
y
caridad, en quichua y
castellanó, se han impreso separadamente para mayor como–
didad.