-
LXVII -
además hace obrarlas al vi1fooso con cierto deseo in–
saciable; lo cual es significado con tener hambre y
sed de justicia. La quinta: "Bienaventurados lo miseri–
cordiosos, porque ellos alcanzanín misericordia", es obra
del don de consejo
1 ,
no en cuanto mueve á la com–
pasión, sino en c1rnnto la dirige; pues, este don ins–
pira los meclios con los cuales se puede socorrnr al
prójimo; por este don las almas verdaderamente cris–
tianas son mil veces
m~is
acertadas en la obras de
misericordia que los fihintropos con sus reglamentos
estériles. La sexta : "Bienaventurados lo limpios de
corazón, porque ellos verán á Dios", corresponde al don
de entendimiento
2;
pues el Espíritu Santo purifica con
el don de entendimiento el corazón y
la
mente de afi–
ciones y fantasías desarregladas. La séptima : "Biena–
venturados los pacífico , porque ellos serán llamados
hijos de Dios", es obra del don de sabic1mfa 3. Pací–
ficos son, según la etimología de la palabra, los que
hacen paz, ó en sí mismos, ó entre otros ; y en ambos
casos se constituye la paz, si las cosas so arreglan
conforme al debido orden; porque "pax est tranquHiitas
ordinis" (S.
.A.uG., De
Civ.
Dei
l.
XIX, e.13). Mas arreglar
6
sea poner en orden pertenece
á
la sabiduría. .
A.síel
don ele sabiduría hace que los pacíficos no solamente
tengan paz en su propio corazón, sino quc la pongan
entre Dios y los hombres, y también entre éstos solos,
reconciliando á todos con Dios
y
entre ellos mismos.
1
! bid. II• II"',
q.
52,
a.
4.
~
!bid. II• IIm,
q.
45, a. 6.
2
Ibitl. II•
IIm,
q.
8, a. 7.