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XLIII -
¿Cómo podemos
y
debemos, pues, socorrer
y
salvar
á
nuestro pueblo en el peligro que COl're
de ¡ierder su fe
y
sus costumbres cristianas?
Por
una predicación sólida, especialmente por un catequismo
en que se trate
á
fondo, de un modo adecuado, de
todas las verdades de la fe
y
de la moral, alimentando
al mismo tiempo la fe
y
la vida cristiana con las múl–
tiples gracias divinas de las cuales es di pensadora la
Iglesia, sobre todo con los santos sacramentos
1.
E l conjunto de las verdades de la fe
y
moral
cristianas se llama
"Doctrina Cristiana",
si las ver–
dades e tán arregladas para el pueblo en cierto orden
de artículos; y si el desarrollo de dichas verdades est:í
dispuesto eu una serie ele pregnntas
y
respuestas, se
llama
"Catecismo".
Para los cateci mos es modelo
autoritativo ·el Catecismo Romano, publicado eu el año
de 156G.
Cayñiiipas P achacamac carca
=
En
el
principio era .el Ser,
y
el Ser era con Dios,
y
el Ser era Dios. Sin embargo este
procedimiento de los ministros protestantes debe hacernos
prevenidos para otras tentativas de ellos contra la
fe
católica.
L
Cat. Rom. P. II, c.1, n.32: "Ostendant (pastores) totum
christianum rodificium firmissimo quidem lapiclis angularis
fundamento inniti; verum nisi .verbi Dei prreclicatione et
sacramentorum usu unclique fulcialur, magnopcre vercndum
esse, ne magna ex parte labefactum concidat : ut enim per
sacramenta in vitam suscipimur, ita hoc veluti pabulo ahmur,
conservamur, augemur.''
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