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á las comilonas
y
borrachera , con las cnales se tributa
culto al dio Vientre.
¡
Cnánta mgencia de ocorrer á la µecesidacle espi–
rituales ele nuestro pueblo, mayormente desde que los
sectarios pro man introducir en él, que ha siclo hasta.
ahora tan católico, la mii deletéreas enseñanzas! Des–
pué de haber publicado en Guayaquil, á 5 de junio
do 1 95, "lo derechos del hombre" , estos sectarios
excitaron
á
la
gente del interior ií la lncha ele clases
y raza ; y do de unos cuatro anos e nota qne·quieren
depravar si temáticamente al pueblo en sus costumbre .
A
e to e agrega el daño incalculable que e cau a
ii
la Igle ia con las e cuelas protestantes
1 •
t
También en los indios han fijado u mirada los minis–
tros protestantes; pues e tán propagando, según parece coµ
profusión, en el Ecuador "El Santo Evangelio de uestro
'eñor J esucristo según San J uan, traducido del original á
la lengua Quichua ó del Inca'', impreso en Londres, 1897,
por la " ociedad Bíblica, Britúuica
y
Estranjera". Es verdad
que esta tradución (al dialecto del uzco) no harií ningún
daño
ÍL
lo indios: 1? porque lo más no saben leer;
y
2?
tan
sólo en el título qúichua, que no consta sino de once pala–
bra , se ha incurrido en siete faltas contra el carácter de la
lengua inga y la índole ele los indios, de modo que tendrán
repugnancia ó e reirán al oir leer semejante jerigonza
quichua. El texto mismo ab1111da de errores dogmáticos; a í
p. ej. el
l r
verso del
I r
capítulo:
"In
principio erat Verbum, et
Yerbum eratapud Deum,etDeus erat Verbum", es traducido en:
"KcaIJai;ypi Cayfün carca, ayñinpas Pachncamac-huan carca,