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bién permite Dios que el
giiieltic, ungushcacunata ri–
cuerpo se aleg1·e
y
descanse
cugriniguichic, huacchacu–
uu poco, pero de ningún
nata miciwhinguichic. Uceu–
modo en borracheras, ni eu
aichata(cue17Jota)asllacushi–
relaciones mala con las
chinguiman, ni hpa Dios
mujeres; pues el diablo
licenciata cm111ni: o/tasna–
quiere que de esa manera
pish ama iqJiai huasiman
se bagan las fiestas; mas
ri;nguichit, amatac huni'mi–
nuestro Dios es santo
y
cwnata maslwOJnguichii: su–
puro,
y
así detesta la mal-
paica chai sl1 ina
fiesta.ladad
y
suciedad del pecado
huacaichichirucmi; fmcan–
y
se irrita gravemente con-
chic Diosca ancha santo
tra los que se emborrachan
ancha wmairnanami, mana
en las &estas. Podéi can-
millaita, mcvna ima mapa–
tar cánticos bueno ,
y
en-
tapish ricushac ninmi, fies–
treteneros en j uegos iuocen-
tacunapi marhaccunata (1//1-
tes,
y
convidar á una comida
cha pi11antac: lía cantash:pa
moderada á los amigos
y
á
Diospac canlota. cwntaichic;
los pobres. Ya sabéis, pues,
pucllaciishpa cibShicushpaca,
que Dios manda que en
arna juchallicushpa puclla–
las fiestas de canse nuestro
cuicltic; micitshpaca p
w–
cuerpo ;
y
por esto prohibe
ta ltcallata•itpiashpaca con–
que en los domingos
y
días
cienciallci, huciuquita huac–
de fiesta se trabaje, se siem-
chacunatapi. h sltamui nish–
bre, se cnltive el campo,se le-
pa miciinguichic. Yacltai–
vante las ca as ; siñ embargo
chictcw: fiestacunapi fütcau–
es lícito cocinar para comer.
cliio uccu-aicha (cuerpo) sa–
Cuando teméi mncho que
macurhwn Dios nin: cltai–
se arruinen vue tras semen-
raicii doinvngopi, fiestapi
teras por los aguaceros 6
anna ruraichic, anna lar-