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placuerit, et mortero ipsam patienter obeundam in satis–
factionem pcenarnm, quas peccando promernit" (Rit. Rom.
'l'it.V, c. 6, n.
3J.
5~
Lá invocación del santísimo Nombr
de Jestís, con Ja boca, y si .no puede ya pronunciarlo,
con el corazón
1.
Si hay tiempo, es necesario instruir
brevemente cada vez
á
los enfermos
á
qaiene se ad"
ministrn esta indulgencia, sobre la eficacia de la Ben–
dición Apostólica, y las condiciones para recibirla, y
muy títil es que el sacerdote mismo baga con el en–
fermo los actos de contrición
y
conformidad
li
Ja volun–
tad de Dios y Ja invocación del santí imo
.i:
ombre de
Jestís. Conviene que se hagan estos acto , también con lo
enajenados, siquiera
0
de una manera breve, i no fueran
dementes, porque hay, segtíu Ja experiencia, moribundos
que son privados de lo sentidos exteriores meuos del
oído y que conservan el uso de los interiores. -
Muchas veces ucede que el enfermo está perplejo
6
:i
lo meno no bien penetrado de lo que con él ora el
sacerdote
ht
primera vez.
Á
causa de esto es muy
L
La invocación del santí imo ombre de J esús es "co n–
ditio in e qua no n ad indulgentiam vi istius benedictionis
lucrandam" ( . Congr. Ind. 23 de sept. de 1775 [237 ad 7)). -
Aunque enajenados no pueden cumplii- con las condiciones
prescritas, se les adminj tra válidament la Bendición Apostó–
lica con la indulgencia in articulo mortis, porque lo manda
también para estjl ca o et Rit. Rom. dfapensando así implícita–
mente la Iglesia de las condiciones requisita . Pero
si
el
1
enfermo recobrara el uso de los sentidos debería cumplir las.
condiciones prescritas para ganar la indulgencia en artículo
ele muerte.
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