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CXIV -
Díganse las oraciones para enfermos
y
moribundos des–
pacio,
y
auu palabra por palabra, con pausas, como
jaculatorias, para que los pacientes se saboreen con
ellas. El objeto de estas oraciones no es instruir
~i
los
enfermos, sino excitarlos
á
afectos de contrición, de
amor, de confianza en la misericordia divina
y
de con–
formidad
á
la voluntad de Dios. Léanse en quichua
para los indios enfermos, aunque el lector no entienda
bien este idioma, pues
á
los moribundos les causa el
sonido de la lengua materna una impresión favorable
que conmueve su corazón. Si se hubiera leído todas
las oracione que hemos puesto para moribundos
y
no
Llegara todavía el m'omento de expirar, se podría repe–
tirlas ó rez:u las Letanías del sauti imo Nombre ele
Jesús, del sagrado Corazón ó de la antísima Virgen.
Para las visitas de enfermos pueden ervir también:
Imit. Chri ti
II,
12 ; III, 5. 14. 16. 20. 29. 34.
El sacramento del Matrimonio
1
es
nn
mi
terio
sublime.
"Sacramentum hoc magnum est, ego autem
·dico, in Christo et
in
Ecclesia" (Eph. 5, 32); pues que
significa
y
representa nada menos que la unión ele
Cristo con su esppsa la Iglesia santa; aun más la unión
del erbo eterno, del Hijo de Dios con u humanidad
t
Léanse y reléanse las dos Carlas pastorales del Tirño.
eñor Obispo Fray José J\laría Ma ía
y
V'idielln, fechadas
á
26 de mayo de 1 1, y
á
21 de noviembre de 1
!principal–
mente la egunda), sobre el sacramento del Matrimonio..
Ambas pastorales nos sirvieron de directivas 1mrn. lo que
vamos
ñ
recomendar.