Table of Contents Table of Contents
Previous Page  115 / 916 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 115 / 916 Next Page
Page Background

-

CIX -

p1:eguntados, se pasar<í. al interrogatorio. Con este objeto

hemos puesto en el Vademécum un examen de con–

ciencia. Mas no hay que hacer todas las preguntas

que se encuentran en este examen, ni tampoco hny

que interrogar solamente lo que e halla en él ; sino

que se preguntará lo que probablemente podrá haber

cometido el penitente. Para esto quiere dar la direc–

ción este examen de conciencia. --

Mas

no juzgnmos

lícito dar á todos los confesados la misma penitencia,

y rezarla después junto con ellos ; porque este modo

de pl"oceder sería contra el principio de que la peni–

tencia debe ser conforme á los pecados, pues aunque

las confesiones de los indios son muchas veces seme–

jantes, no son iguales,

y

de consiguiente hay que im–

ponerles penitencias diferentes. Además tal procedi–

miento sería, en

í,

violación de sigilo, aunque los in–

dios no lo noten. P ero e nos dirá: Al no hacer rezar

los indios juntos una penitencia común, se van sin

cumplir la penitencia impuesta. Para evitar que suceda

tal cosa, se debe instruirlos con cuidado, y si

á

_pesar

de esto' temiéramos qne uno que otro por estupidllz no

cumpliese la penitencia, le impondríamos una pequeíia,

p. ej. un P.adreuuestro, y la rezaríamos con el penitente

en el confesonario mismo, antes de dar la absolución; pues

la Iglesia misma ha disminuído las penitencias antiguas

para qne los cristiano frecuenten los sacramentos, y en

fin es mejor rezar una penitencia peqae1ia que ninguna.

Antigua costumbre española es que el enfermo

haga antes tle recibir el Viático

una

¡n·ofesión de