-
166-
CLXXI
Hule
(1)
Se ha dicho
y
repetido que fue en
1
736 cuando
se tuvo noticia de la existencia de la goma elástica
denominada
hule/
mas esto es un error, pues los
pr~meros
cronistas de las cosas de Nueva España!
dieron
á
conocer al mundo entero esa preciosa sus–
tancia
y
algunos de los usos á que la aplicaban los
aborígenes de estos países.
El capitán Gonzalo Fernandez de Oviedo y Val–
dés, primer cronista del Nnevo Mundo, en el libro
VI, capítulo II de su
Histo1
1
i a General
y
natural de
las Indz:as,
dice:
"Estas pelotas [¿e las indígenas
de Haití] saltan mucho más que las de viento, sin
comparación. por que de sólo soltalla de la mano en
tierra, suben mucho más arriba, é dan un salto, é
otro éotro
é
muchos,
dismi~rnyendo
en el saltar por sí
mismas, como lo hacen las pelotas de viento ó muy
mejor".
[Los primeros diez y nueve libros de la·
Hútorz·a
de Oviecio se publicaron en
1535].
Franci~co
López de Gomara dice en el capítulo
LXIX de su
Historia General de las Indias
[An–
vers,
1554],
hablando del juego de la pelota: "Otras
veces iba Moteczuma al
Tlachtli,
que es trinquete
para pelota: á la pelota llaman
ztllamalz:z tlz·,
la cual
se hace de la goma de
ztlli,
que es un árbol que na–
ce en tierras calientes y que punzado llora unas go–
tas gordas y muy blancas y que muy presto son
cuajadas: las cuales juntas, mezcladas y tratadas se
vuelven negras más que la pez y no
tiznan. De
(1) Generalmente se escribe esta palabra con
h,
mas conforme
al origen de ella debe escribirse
ule
en vez de
hule.