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Los ·tagalos hicieron lo _mismo que los indios de
Costa Rica de que habla el señor Ferraz en el pasa–
je que acabo de citar: dieron
á
la materia prima el
nombre del artefacto, pero le añadieron, para mayor
claridad, la terminación
bak,
raíz de
bakaba,
que en
quiché significa "retorcer"; así es que
ab+bak,
ó
abacá:=
"fidra retorcida."
e
r)
Como mis · investigaciones filológicas me llevan ,
al parecer, harto lejos, creo necesario aducir otros
argumentos que las : apoyan,
y
.en el presente caso
tengo dos de bastante fuerza.
El primero es que en varios idiomas de la Amé–
rica del Sur, según el
testimonio del doctor Julio
Crévaux
(De Layena
á
los Andes),
se da al plátano
el
nombre de
baco,
vocablo que también debe deri–
varse de
bak,
raíz de
bakaba=
" retorcer", aludiendo
á
las fibras de esta planta, ó de
bakak="agitarse
con ruido." Y el segundo que muchos escritores
han llamado ya la atención del mundo sabio respec–
to
á
las nümerosas palabras de las lenguas america–
·nas que con igual sonido y significado figuran en los
·léxicos de diversos idiomas de las
islas del Océano
P?-cífico: entre esos autores se distingue Zúñiga, el
·historiador de las Filipinas, quien _asegura que los
habitantes de ese archipiélago son descendientes de
lo chilenos .
y
de los peruanos.
(Véase el artículo
Tiang-ue.)
Esta voz
abacá
me ha recordado, por asociac10n
fónica, la palabra
(lbaco,
cuyo origen quiché es por
demás curioso, razón por la cual me
p~rmito
consig–
narla en este luga"r.
(1)
Ya a ntes había encontrado. o otra etimología quiché de la
\"OZ
abacá
considerándola como un compuesto de a="este", sirvien–
do de artículo, y de bakak="agitarse con ruido"; de modo que
1z +bakak
ó
abacá="el
susurrador", aludiendo al sonido que produ–
cen la hoja. del plátano agitadas por el viento.
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