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EL MARQUÉS DE· OSORNO.
otra parte, mendigaban várias, que podian subsis–
tir de trabajos honrosos,
ó sólo
empleaban el pro–
q.ucto de sus limosnas
en(~3ostener
sus vicios. El
hospicio de pobres ,
f
undad:o por Ladron de Gue -
vara para asegurar la suerte
é
impedir el extravío
de los mendigos, habia decaido
y
degenerado con
el fallécimiento de aquel varon filantrópico. ·Para
reformar tan útil institucion y extender sus efec–
tos. creó el Virey una
Sociedad de bene.ficenci·a
pú-
.
blica,
cuyos miembros fueron los hombres más dis–
tinguidos de la capital.
~a
córte, que no veía sin
recelos el espíritu de asociacion , decretó, despues
de muerto el Marqués, que la beneficern;ia estuvie–
se
á
cargo de un solo director.
Otra obra memorable de O'Higgins fué la cons–
truccion del camino del Callao
á
Lima. La distancia
de dos leguas en un terreno llano no es, por cier–
to, de las que para abrir una ruta regular exigen
trabajos gigantescos y un hombre de genio. Pero,
como el gobierno colonial nunca prestó una aten–
cion sostenida
á
las vias de comunicacion, tan esen–
ciales al progreso del vireinato, no pudo verse sin
gran interes concluida una en buenas condiciones,
sin excesivo dispendio,
y
con una bella portada
á
la entrada de la ciudad y otras obras de lujo.
El naturalista D. Tadeo Haenke, que babia viaja–
do mucho por el alto Perú, pensó que las comuni–
caciones interiores se favorecerían sii::;uiendo el
cur:::so de los ríos, que de la cordillera oriental van