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LA
AUDIENCIA.
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cho por los gastos de recaudacion
é
indispensables
avances para las
empre~
as, que corrian por cuenta
del Gobierno. Las rem s eclesiásticas se habian
calculado, hácia 1793., en 2._294. 944 pesos, siendo
sus principales ramos :
Por curatos.
. . . .
Por conventos de frailes.
Por monasterios. . .
Por capellanías.
Por cabildos. . .
Por mitra . . . . .
·.
Pesos.
1.068.504
317.245
238.954
242.777
158.258
112.267
Reales.
7
5
Y2
7
1
/i
1
2
3
1/2
De esa entrada líquida habia que rebajar la me–
dia anata y mesada eclesiásticas, el subsidio y el
impuesto para la órden de Cárlos III; cantidades.
que no producían un gran desfalco; y en cambio
debian aumentarse las enormes exacciones de los
curas
y
las entradas autorizadas por fiestas
extra–
ordinarias; lo que, si no doblaba, daba ingente
incremento
á
la
renta calculada. Por lo tanto, sin
temor de equivocarse, pueden considerarse las en–
tradas del clero superiores á las de la Hacienda. Por
otra parte, sus relaciones con la riqueza privada
eran tales,. que apénas h:abia finca valiosa exenta
de sus gravámenes
6
cuya propiedad no le pertene–
ciera enteramente. En Lima mismo, donde se conta–
ban 3.941casas,2.806 eran de particulares,
y
1.135,
entre las que figuraban los mayores edificios, per–
tenecían
á
comunidades religiosas, eclesiásticos
seculares
y
obras pías.