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tas cOS<:tS que le dauan gran pesadumbre y
enojó ~
Deiian estos hombres que todo quanto auian he-–
cho auia sido en gran detrimento de sus honrras ,.
porque los podían notar de
ale~1osos,
y
con esto_ y
con otras causas ligitimas se dispussieron de yr
a.
seruir a Su Magestad a la cibdad de los Reyes ,.
donde estaua su Audiencia Real y su Visorrey.
Tambien les mouio venirsse al Visorrey, por lo,
qüe eran obligados y por los buenos partidos que
les auia hecho los días atras el regente fray Tho–
mas·
de Sant Martín, quando les habló de su parte,.
porque eran en pro
y
vtilidad de los vezinos y mo–
radores de toda la tierra,· como atras queda
dicho ~
Pues auiendose hablado estos cauallerós muy lar–
go, aunque secretamente, de todo lo que auian de
hazer, se salieron a megia noche del pueblo de
J~xaguana sin que fuessen sentidos de las cintinelas ,.
y quando otro dia amanescio se hallaron ydos los.
siguientes: Grabiel de R:ojas; Pedro del Barq>; Ro–
drigo Nuñez de Bonilla; Martín de Florencia;, Gar–
cilasso de la Vega; Gomez de Rojas;
~edro
Pi a –
r-ro; Juan
Ramirez~
Geronimo de
Soria~
Juan de
Saauedra; Pedro Manjarres; Luys de Leon; Diego .
de Guzman; Gomez de Leon y Geronimo de Cos–
tilla, con otros caualleros que eran de los mas prin–
cipales que auia en el
exer~ito,
y
de los
a11~0,:res
que auian metido en la pelac;a al tirano. Grande
fue e_l desmayo que uvÓ en el campo poli la azele–
rada yda destos hombres,
y
el mismo Gonc;alo Pi–
<;arro rescibio grand1ssitno pesar y enoj_o dello ,.
especialmente quando vido el gran alboroto y des–
c_ontento que auia, que tuuo gran rezelo que antes.
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