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ma; las trompetas y atambores resonauan po toda
la cibdad; de manera que no se oya otra cosa en
esta ora sino vozes muy grandes, apellidando
á
las armas y al nombre de Su.Magestad. El Viso–
rrey, desque vido los naúios que ".enian por alta
mar, de hq.zia la cibdad de arriba, y el gran moui–
miento que se hazia en la cibdad por los vezinos y
gente p-opular, se armó prestamente y salio a ca- .
uallo a las puertas de palacio, en Glonde hallo a los
capit~nes
de a cauallo y de la ynfanteria ao·uar–
dando con tqda la gente lo que les mandarian. En
el entretanto que se ajuntaua la demas gente co–
men,.c;aron muchos a dezir porfiadamente que los
nauios que parescian eran de. Gon<;alo Pi<;arro,
y .
que en ellos embiaua mucha gente con el capitan
Hernando Bachicao, con toda la artilleria que los
dias atras auian lleuado al Cuzco desde Guaman–
ga, y que por falta de yndios no se podian traer
por tierra, por ser los tiros muy grandes. Otros
dixeron que no era assi, sino que el mismo Pi<;arro
.
I
y
sus gentes venían en aquellos nauios para tomar
los que estauah en el puerto y apoderarse dellos y
de toda la mar, y que despues se podría apoderar
de toda la tierra y ser señor de toda ella, yassi dixe–
ron otras cosas adiuinando lo que podía ser. ino
a oydos del
Vi
orrey _todo esto,
y
creyendo que el
tirano venia en
~quellos
nauios a tomalle la flota,
que estaua desapercebida de gente y artilleria, sa–
lio dfZ la cibdad con gran presteza con doscientos
de a cauallo y arcabuzeros, para meterse en los
nauios antes que los enemigos lleo-a sen. D exó
mandado al GeneraL y al Maestro de campo
a