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la noche y retraydos solos en vn apossento, des–
pues de auer hablado y hecho aposse]Jtar a los diez.
arcabuzer'os, se pusso en platica con él, y Geróni–
mo de la Serna le truxo a la memoria las muchas
y grandes
me~cedes qu~
de Vaca de Castro auian
rescebido, y como por el eran conoscidos en la
tierra y valian mucho en ella. Y luego le dixo mu–
chas cosas tocantes a Vaca de Castro, y de quan
trabajado estaua en un nauio, en donde el Visorrey
'
lo tenia preso con guarda de gente, que era gran
lástima de oyllo de la manera que estaua. Y de alli
le truxo a la memoria lo (1) que conuenia al ser–
uicio de Su Magestad, y esto le dixo con tan bue–
nas y lindas razones que aquella noche lo conuer–
tio a todo lo que quiso,
y
assí determinó de seguir
el partido de Su Magestad y del Visorrey, y dexar
la opinion del tirano; mas con todo esto, Geróni–
mo de la Serna no descubrio la mala yntencion
que lleuaua tramada sobre lo del concierto que te–
nia hecho con Gaspar Rodriguez de Camporedon–
do. Aquella misma noche se concertó entre ellos
de la manera y como se auian de partir
i
pol'.que
no fuessen sentidos de algunos vezinos que eran
muy afficionados a Gorn;alo Pi<;arro, que si el
casso lo supieran lo pudieran estoruar, y que no
saldrian con el effecto que pretendian. Y con esto
lo dissimularon lo mejor que pudieron, y Geroni–
mo de la Serna dixo
despu~s
a los que le vinieron
a ver y le preguntaron cortesmente a lo que era
v_enido, respondia que a uer tan solamente al the-
(1) Ms.
á
lo.