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cada a lo veinte arcabuzero y fueron
be ar
~
la manos de su señorías
y
1 lo rescibio muy
bien, dandoles el plazeme de u venida , r de ·
ciendoles a todos la buena voluntad que tr yan
para el seruicio de Su Maaestad. uiendo pa ado
e tas cosas, con otras mucha , el Vi orr
r
pu o
al:::;unos arcabuzeros de los que auia lleuado d 1
cibdad, en los nauios, dando los cauallo
n
qu
auian ydo, a los rezien venido , en que'
fu
s en, y
a los demas truxeron a las anca de lo e u llos.
Y endo todo caminando muy aleg-res y cont ntos,
ya que emparejauan con las huertas d los vezinos
encontraron con el General y Maestro de campo
y capitanes, que yuan a passo tendido en u tabor
con toda la caualleria y arcabuzeria, y el
''i
orrey
e holgo mucho de vellos, y con tanto se bolui ron
todos. Llegados a la cibdad, el Vi orrey llamó
aparte en un apossento a Geronimo de la Serna,
por er el postrero que auia venido de donde Gon–
<;alo Pi<;arro estaua, y le pre untó muchas co as
que des eaua saber, diziendole que en todo le di·
xe se verdad en lo que le pregunta se . Geronimo
de la S rna dixo lo que auia en el campo de on–
<;alo Pi<;arro y de como en la cibdad del Cuzco
quedaua el padre Balthasar de Loay a, que lo
dia atra auia buelto allá, per uadiendo a muchos
para que e vinie sen al seruicio de u fage tad,
y
que tenia ya de su parte muchas per on prin–
cipal y de mucha calidad,
y
que vernian a ser·
uirle ante de muchos dias. El
'"i
orr
y
r cibio
·ran plazer con e ta nueua , lue o alío fuer
del apo ento y lo publicó todo delante de mucho ,