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HISTORIA
ba preví Lo para so tener esta organizacion naciente ; cada escuad1·on, ca–
da compañia nombraba us representantes ; en cuanto era necesaria
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reunion cada oldado daba ocho sueldos para ocurrir á los gasto ,
y
am–
bos consejos debían obrar de concierto. Al propio tiempo corrió no sin
fundamento la voz de que el rey babia recibido propo iciones del ejército
en que al parecer·se le ofrecia restituirle
á
sus derecho si se entregaba
á él (
1).
En el seno mi mo de las cámaras, á vista de e te nue' opoder,
temiendo su pujanza aun mas que u triunfo, se presentaban timido Jo
prndentes; esto e alejaban de Lóndres,
y
otro , como Wbitelock ,
se acercaban á Cromwell, que se apresuraba á recibirlos. e re' olvió ha-
er u o de la benignidad ,
y
emplear en el ejército á los jefes populare .
e prometieron do meses de sueldo, en vez de sei
ema.naorno e ba–
bia decretado á las tropas que debían licenciarse ; se redactó un decreto
de amnistia general para todo lo de órdene
actos ilegales cometido
durante la guerra
y
e eñaló finalmente un fondo para socorro de la
viuda
de los hué1fanos de los oldados. Cromwell, Ireton , kippon ,
Fleet\ ood
demás generales miembro del parlamento que eran bien
qui lo del ejército, recibieron encargo de re tablecer entre él
y
las cáma–
ra la n esaria armonía.
Tra currieron quince clias in que parecie e producir ning·un efecto
u pre encía en el cuartel general. E cribian frecuentemente , pero nada
decían su cartas : ora el consejo de oficiales babia reh u ado re ponder
sin el concurso de los agente , ora e to pedían tiempo para on ultar
con lo soldado . Diariamente,
á
i ta de lo comisionado del parla–
mento, tomaba mas consistencia
y
poder ese gobierno enemigo. romwell
entre tanto no cesaba <le escribir que en vano hacia fuerzo para apa i–
gnar el ejército, que u créditó padecía mucho,
y
que no tardaria en ha–
cer e so pecho o y tal vez aborrecible á los oldados. Alguno comí iona–
do volvieron por último .á Lóndre con la mi ma r pue ta.
Asi
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e peraban lo jefe pre bit riano , aprovechando la irritacion
de la ámara, que hasta entonce babia querido ontemporizar, obtuvie–
rnn en po as hora unas re olricione en rgicas. obre una mocion d
Ilollis se rotó que fue en inmediatamente
1i
enciadas las tropas que no qui-
icsen pasar
á
Irlanda ;
y
hasta se señaló dia lugar para la ejecucion de
e ta medida. Los cuerpos debian ser disueltos ai ladamente, cada uno n
us cu1rtele ,
y
casi imultáneamente, para que no tuvie en lugar de man-
(1)
e
le hicieron cfcclh•ameulHpropo·iciones, ma no conlc.,ló .