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¡.
H1 TOHIA
pero in quejar e de la ondu ta d Ja E cocia relativamente á super.o–
na tratando igualmente bien á los comi ionado de amba naciones in
Ju menor desconfianza. Alejáronse al fin los e,coce es ansados de su im–
potencia; Newca tle se entregó á las tropas ingle as,
y
el rey partió el 9
<le
~
brero bajo Ja escolta de un regimiento de aballeria.
\ iajaba lentamente, iendo por toda partes objeto de la uriosidad
de un numero o gentío ; alineábanse en el amino lo atacado de lampa–
rones para que Jos toca e al paso. En vano lo comi ionado qui ieron
.alejar este concur o; nadie estaba acostumbrado á oprimir ni á temer,
lo mi mos soldados no se atrevian á apartar con aspereza á lo ciuda–
danos. Junto á Nottingharn, Fairfax que tenia ali! su uartel general,
salió al encuentro del rey, se apeó, le besó Ja mano, montando tra vez
á caballo , atravesó la ciudad
á
su lado coqver ando re petuosamcnte.
«El general es un hombre de honor, dijo el rey al dejarle, ha umplido
su palabra ;n
y
á los dos dia , al entrar en Bolrnb donde se hallaban
reunidos para felicitarle los gentil-hombres y lo pai ano de los alrede–
dore , se rno tró satisfecho del recibimiento.
No dejaron de concebir por ello alguna zozobra los pre biteriano a
\ estminster ; pero fue prontamente ofocada por Ja alegria de verse
dueño del rey,
y
por con iderarse en fin libres para atacar o adamante
á sus enemigos. Tuvo lugar la entrada de Cárlos en Holmb el 16 de fe–
brero,
y
el 19 babia a votado la cámara baja que se licenciaria el
~
r-
ito, salvo el necesario para Irlanda , para Ja, guarnicione
y
la eguri–
dad del reino. Poco le faltó para que e quita e á Fairfax el mando d
las tropas que debian quedar en pié; al con ervár elo e mandó que nin–
gun miembro de la ámara pudiese servir en él ; que no pudiera ten r
á
su órdene ningun oficial uperior al grado do coronel, que todo e -
Luvie ea obligados
á
conformarse con la igle ia pre bileriana,
y
á adop–
tar el pacto. Los lores por su parte, para aliviar, decían, á lo condado
de lo alrededores de Lóndres, los ma entu iasta por la causa pública,
pidieron que se alejase el ejér ito, interin e determinaba su disolu ion.
brió e en la capital un empré tito de 200, 00 libra estel'lina , con el
objeto de pagar á tas tropas licenciada una parte de u atra o . En fin,
se encomendó una junta e pecial compuesta de ca i todo lo jefes pr -
biteriano , como Holli , tapleton, Glynn,
fa
nard
y
Waller, el activar
la ejecucion de esta medida ,
y
sobre todo el enviar
á
los de graciado
protestantes irlanda e los socorros que hacia tanto tiempo e paraban.
El ataque no era ciertamente imprevi to : hacia do me e qu lo