DE LA RE OLUCION DK INGLATEl1R •
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último, en la mismas cámara se presentaban ufanos los amigos del mo–
narca; algunos, hasta entonce silencioso , sir Bopton
y
lord Herbert,
rechazaban vivamente la insinuaciones que ofendian u honor. Era evi–
dente que en entir de muchos su cau a tenia vi o de bondad,
y
que
la sostendrian en caso necesario, pues no titubeaban en confesarla.
!armó e el parlamento,
y
e· irritó el amor propio de su jefes; en- .
gendrado en la popularidad, no podían sufrir con paciencia las dia–
triba en quo no les co.bia la mejor parte.
Ae te peligro opu ieron a i por cálculo como por odio la tirania :
e ó toda libre <li cu ion; Ilopton fue encerrado en la torre,
y
Herbert
amenazado iolentamente Jorge Ben on
ir Eduardo Dering acu ·ados,
la peticion del condado de Kent sofocada. E parcióse la voz de que iba
ú
pre entar e de nnevo; romwell dió .de ello parte á la cámara,
y
re ibi la mi ion de prevenir este peligro.
'l
odavia poco notable en
la ámara pero hábil
ma empeñado que ningun olro en la
t.ra–m revolu ionaria , 01Tia
á .
u cargo enardecer al pueblo, e piar,
denunciar,
b ohar
á
rodar lo pro
1
eotos de lo realista .
o ra
'ª
dudosa una lucha cercana.; pue lo partido no podían
a omodar e
á
'ivil' n una mi ma iudad. Diariamente abandonaban la