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126

111 TORIA .

una revolucion : olo lo di idente meditaban una en la iglesia; la vuelta

wel úrden legal, el re tablecimiento de la antiguas libertada ·, la reforma

lle lo abu o dominante , esto se creía er el roto y la e paranza del

pa!s. Lo mi mo jefes mas i!u tractos y atrevido , no formaban pro–

yecto mas va Los; la nergla de u voluntad obr pujaba

á.

la ambicion

de u pen,amienlos: de dia en dia e habían ido mpeiíando in miras

rumota , in

i

tema, y iguiendo solamente el d arrollo progre ivo de

su situacion

y

la urgencia de la necesidade .

11

gada la hora de Ja lu–

cha, todo se admiraron se onmo ieron, no porque u corazon fue e

tímido , ni porque la guerra civil en general tuvie e

á.

lo ojo del parla–

mento ni aun

á

los del pueblo alO'o de e traño

y

de riminal : lelala con

orgullo en la bi Loria de u in titucione ; ma de una vez habia aquel

pueblo de aílado el poder de su dueños

y

quitado

y

dado una rona.

E te tiempo estaba tan distante que ya e habia perdido la memoria

de u penalidad

y

solo e tra lu ian

Ll

glorio o

j

mplos d ner–

gía de poder. Pero la re::i ten ia e habia declarado iempre en nom–

bre de

1

le es

y

de <ler cho ·onocido ; al conqui Lar la

Ji

bertad,

siempre habia ·reido la Inglaterra d fend r u herencia, de modo qu

olo en las palabra

ley

y

órden 1gal

se cifraba e le re pelo poi ular y

pontáneo que desecha la di u ion

y

an iona lo mas atrevidos plano .

En el momento

á

que no referirno ambos partido e a u aban mútua–

mente de ilegalidad é inno' acion, enlrambo on ju licia, puesto que

1

uno habia violado lo antiguo· fueros del país no abjuraba la máxima

de la tiran!a, mientra el otro reclamaba en virtud de l l'incipio confu o

todavia una libertado y un po er ha

ta

entonce d nocido. mbo

sintieron la nece idad de ubrir con

1

manto legal su preten ione

y

u acto · ambo qui i ron ju tiOcar e, no olo egua razon, ino tambi n

segun le . En po de ello e lanzó

JI

na de enlu iasmo la. na ·ion

á

la.

a1·eua., inli ndo e aun ma onmovida que u jefes de nlimiento en–

onlrado

y

in ombal'go incero .

No bien cma.n ipado de una opre ion que la le e

habían ondenado in pr venirla, an iaba garantias ma

fi

a e , per

nunca había perdido le i la u e paranza aquella le

1

e .

ion ingle a fermentar en u eno nue a creencia , nueva idea ;

pro~

-

sábalo una fé viva pura; lanzábase

ia ella· on aquel ardoro o en–

tu ia m que trata de adquirir la verdad in repara!' en acriíl ·io ; p ro

al mi ·m tiemp , llena de m e tia en u pea amiento , licmamente

adicta

á

s costumbres,

!'espetan o

anliguas in lilu ·iones, e